Penas de 37 a?os de carcel para los etarras que intentaron asesinar al Rey en Mallorca

Los etarras Juan Jos¨¦ Rego Vidal, Jorge Garc¨ªa Sertucha e Ignacio Rego Sebasti¨¢n, hijo de Rego Vidal, han sido condenados por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional a 37 a?os de prisi¨®n los dos primeros y 35 a?os el ¨²ltimo por el intento de asesinato del rey Juan Carlos en Palma de Mallorca en agosto de 1995. Sin embargo, por aplicaci¨®n del nuevo C¨®digo Penal,cada uno de los tres terroristas cumplir¨¢ un m¨¢ximo de 20 a?os de prisi¨®n, d¨ªa a d¨ªa y sin los beneficios de redenci¨®n de pena por el trabajo previstos en la normativa anterior.

La sentencia se?ala que, entre finales de julio y primeros de agosto de 1995, Jorge Garc¨ªa Sertucha "tuvo bajo el punto de tiro de su rifle al Rey en tres ocasiones, no llegando a disparar al no tener suficientemente preparada la huida tras los disparos".Juan Jos¨¦ Rego, de 58 a?os; Garc¨ªa Sertucha, de 29, e Ignacio Rego, de 27, han sido condenados a 10 a?os de c¨¢rcel como autores de un delito contra la Corona en grado de conspiraci¨®n, porque los tres se concertaron junto con otros militantes de ETA para matar al Rey.

Los magistrados se?alan que los hechos constituyen conspiraci¨®n, y no tentativa de ese delito, porque "el plan nuclear estaba perge?ado para ser actuado en el momento en que los acusados tuvieran preparada la huida". Pero "cuando fueron detenidos, a¨²n no hab¨ªan perfeccionado el plan, por lo que ni se inici¨® la ejecuci¨®n en sentido t¨¦cnico del delito ni los actos puestos en juego pusieron en peligro inmediato" la vida del Rey.

Los tres etarras han sido condenados tambi¨¦n por delitos de integraci¨®n en banda armada u organizaci¨®n terrorista (ocho a?os de c¨¢rcel), terrorismo en su modalidad de dep¨®sito de armas de guerra (ocho a?os), tenencia de explosivos (ocho a?os) y falsificaci¨®n de documentos oficiales (tres a?os para Juan Jos¨¦ Rego y Garc¨ªa Sertucha, por tratarse de un delito continuado, y un a?o para Ignacio Rego por falsificar un solo documento).

El nuevo y el viejo C¨®digo

El tribunal ha aplicado el nuevo C¨®digo Penal, aprobado en 1995, por entender que es m¨¢s favorable a los reos. Los magistrados se?alan que, de haber aplicado el C¨®digo anterior, las penas habrian superado los 60 a?os para cada acusado, y la limitaci¨®n del m¨¢ximo de condena ser¨ªa de 30 a?os, en lugar de 20 como es ahora. La nueva normativa es, pues, m¨¢s leve incluso contando con los beneficios penitenciarios aplicables en la anterior legislaci¨®n.La sentencia destaca que las versiones ofrecidas por Juan Jos¨¦ Rego y Garc¨ªa Sertucha acerca de que Ignacio Rego desconoc¨ªa que el fin de la misi¨®n era atentar contra el Rey, as¨ª como que su papel en el grupo era el de un mero colaborador de ETA, carecen de toda verosimilitud. Los propios actos de Ignacio Rego indican que conoc¨ªa el plan y que particip¨® en el desarrollo del compl¨® criminal.

Aparte de comprar la moto en la que pensaban huir Garc¨ªa Sertucha y ¨¦l mismo, Ignacio Rego alquil¨® un coche en el que traslad¨® las armas y los explosivos que el comando ten¨ªa a su disposici¨®n desde el velero La Belle Poule, anclado en Alcudia, hasta el piso alquilado en la calle de Rafaletas, de Palma. Adem¨¢s, convivi¨® tres semanas con Garc¨ªa Sertucha en el citado piso, donde presenci¨® y particip¨® en las vigilancias efectuadas al yate Fortuna y a los movimientos de los miembros de la familia real.

Igualmente confeccion¨® un plano del piso en el que se encontraban, en el que figuraban las medidas del pretil de la terraza, desde el que pensaban disparar contra el Monarca. Aunque la sentencia no lo dice expresamente, Ignacio Rego tambi¨¦n presenci¨® las pr¨¢cticas de tiro que realiz¨® Garc¨ªa Sertucha con el rifle de mira telesc¨®pica durante la traves¨ªa de Francia a Mallorca.

Por si eso fuera poco, su padre, Juan Jos¨¦ Rego, declar¨® ante la polic¨ªa y el juez Baltasar Garz¨®n que tras alquilar el piso de Palma comunic¨® a su hijo que el objetivo era asesinar al Rey. Ignacio Rego asisti¨® junto con su padre a varias reuniones con un dirigente de ETA, que les proporcion¨® varios millones de pesetas en francos franceses para la operaci¨®n. Su actuaci¨®n, seg¨²n el tribunal, "supera con mucho la de un mero colaborador".

Para imponer la pena, el tribunal ha atendido "lo avanzado del proyecto, la peligrosidad de los actos preparatorios puestos en juego y la persistencia del prop¨®sito en cuanto al delito contra la Corona, respecto del que el arma dispuesta era ¨®ptima para la consecuci¨®n del prop¨®sito criminal".