M¨¢s
Tres reflexiones m¨¢s sobre la cuesti¨®n vasca: Primero: la justicia de la lucha contra la barbarie etarra nos obliga a no ignorar los 28 asesinatos del GAL. Que nadie aproveche el revuelo emocional de estos momentos para hacernos creer que es bueno comerse a los can¨ªbales. Si queremos ofrecer un proyecto de coexistencia y una opci¨®n ¨¦tica, es imprescindible que el GAL no se perdone ni se olvide.
Segundo: toda esa ola de solidaridad, ese sentirse hermanos en la tolerancia y contra el infierno, se ha articulado en torno a la muerte de un concejal del PP. No puede haber un ejemplo m¨¢s conmovedor y m¨¢s elocuente del triunfo de la convivencia en nuestro pa¨ªs, del cerrojazo final a las dos Espa?as. Las opciones pol¨ªticas de unos partidos u otros siguen siendo distintas, pero ya no nos degollamos por esas diferencias. Hemos atravesado juntos la puerta del futuro.
Y tercero: los separatistas no son terroristas. El renunciar a la atrocidad de ETA y HB no implica tener que renunciar, como es evidente, a las aspiraciones abertzales. Por ejemplo, Atutxa, que probablemente sea el pol¨ªtico que m¨¢s respeto y admiro del Estado, aspira a la independencia final del Pa¨ªs Vasco. Pero no a cualquier precio, por supuesto. Se me ocurre que los abertzales deber¨ªan expulsar a la veintena de mafiosos que hoy dirige HB y renovar la coalici¨®n, o bien crear un nuevo partido: estoy segura de que condenando las salvajadas etarras conseguir¨ªan muchos m¨¢s seguidores para su causa. No parece que ampararse en el horror les haya servido de mucho, aparte de llenarles el coraz¨®n de mugre: s¨®lo cuentan con un 12% de los votos, y el porcentaje desciende a?o tras a?o. Y es que el independentismo es una aspiracion plenamente leg¨ªtima que ETA y los dirigentes de HB. les est¨¢n robando.
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