Almunia encargar¨¢ a Borrell los estudios y programas del PSOE

El ex ministro de Obras P¨²blicas y Transportes, Josep, Borrell, tendr¨¢ una funci¨®n relevante en la direcci¨®n del PSOE por decisi¨®n del secretario general, Joaqu¨ªn Almunia. Borrell, secretario ejecutivo, es decir sin ¨¢rea concreta, recibir¨¢ el encargo de llevar adelante la tarea que en la anterior ejecutiva desarrollaba Almunia. Se encargar¨¢, de los estudios y programas del partido y quedar¨¢ adscrito a la secretar¨ªa general. La nueva direcci¨®n quiere demostrar a Borrell y a sus seguidores en el partido que no hay nada contra ¨¦l y que se le va a dar el protagonismo que merece.

Mientras que Joaqu¨ªn Almunia medita durante el mes de agosto en qui¨¦n recaer¨¢ el papel de portavoz parlamentario, se da por seguro que Josep Borrell se ocupar¨¢ de lo que tradicionalmente se ha llamado en el PSOE "Estudios y Programas" aunque en ¨¦sta ejecutiva no exista tal cartera. En la pr¨¢ctica s¨ª funcionar¨¢, seg¨²n informaron miembros de la actual direcci¨®n. Borrell, por tanto, tendr¨¢ despacho e infraestructura en la sede federal del PSOE de la madrile?a calle de Ferraz.El ex ministro y actual portavoz parlamentario en la Comisi¨®n de Presupuestos depender¨¢ exclusivamente del secretario general, Joaqu¨ªn Almunia. Todos los vocales tienen que estar adscritos necesariamente a un secretario de ¨¢rea. A Almunia no le ha parecido oportuno que Borrell dependa de alg¨²n miembro de la. ejecutiva con el que probablemente comparti¨® la mesa del Consejo de Ministros. Por ello, formalmente, su ¨¢rea de trabajo pertenecer¨¢ a la Secretar¨ªa General y tendr¨¢ un cometido espec¨ªfico y aut¨®nomo sin ligaz¨®n con otra secretar¨ªa.

As¨ª, poco a poco, a treinta y cinco d¨ªas del congreso federal del PSOE, las inc¨®gnitas que quedaron abiertas sobre las funciones de algunas personas empiezan a cerrarse. Los delegados a ese congreso manifestaron p¨²blicamente su respaldo a Josep Borrell dispens¨¢ndole el aplauso m¨¢s cerrado y largo de los que brindaron a los 33 miembros de la Comisi¨®n Ejecutiva Federal.

Algo chirriaba, pues Borrell no subi¨® a la tarima como un secretario de ¨¢rea, mucho menos como secretario general, sino como uno de los veinte secretarios ejecutivos, denominados coloquialmente en el PSOE vocales o sin cartera.

Sus partidarios, pocos en la direcci¨®n y muchos entre los militantes y cuadros medios, confiaban en que no se le asignaba un ¨¢rea porque probablemente ser¨ªa el portavoz parlamentario. Esta posibilidad agradaba a Borrell aunque se neg¨® a hablar p¨²blicamente de ello.

El modelo de 1977-1982

Tal y como se han ido configurando las cosas en las primeras cinco, semanas de Almunia como secretario general se considera muy dif¨ªcil que el portavoz parlamentario sea Borrell, toda vez que Almunia no s¨®lo intervendr¨¢ en debates cl¨¢sicos sino que saldr¨¢ a la tribuna cada vez que surja alg¨²n asunto relevante. Almunia ser¨¢ el portavoz de su grupo no s¨®lo en debates cl¨¢sicos sino cada vez que haya un asunto relevante.As¨ª es como funcion¨® el grupo parlamentario socialista entre 1977 y 1982. Felipe Gonz¨¢lez era el secretario general del PSOE y presidente del grupo subiendo permanentemente a la tribuna.

El objetivo de "fijar la imagen de Almunia" en la sociedad, como se afirma en el PSOE, no debe ser incompatible con la salida a la palestra de muchos dirigentes. Esta idea es propulsada por el propio Almunia.

Quienes le conocen aseguran que su personalidad chocar¨ªa con cualquier intenci¨®n de anular a quienes le rodean. Su propia seguridad, seg¨²n estos interlocutores, explica su facilidad para repartir juego.