UGT y CC OO piden a Rato un Presupuesto menos duro y que ayude a crear m¨¢s empleo

Hubo foto y reuni¨®n de casi dos horas, pero poco m¨¢s. Los dirigentes de UGT y CC 00, C¨¢ndido M¨¦ndez y Antonio Guti¨¦rrez, salieron ayer de su encuentro con el vicepresidente y ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, "defraudados". Sus preocupaciones ante el Presupuesto de 1998 -sanidad, educaci¨®n, desempleo, inversi¨®n p¨²blica y pensiones- siguen sin despejarse. UGT y CC OO le piden al Gobierno un presupuesto "selectivamente" expansivo para que la recuperaci¨®n llegue "no s¨®lo a quienes ganan m¨¢s dinero". Rato respondi¨® que un Presupuesto austero garantiza el bienestar social y descart¨® f¨®rmulas de copago para financiar la sanidad, as¨ª como un recorte en el desempleo.

M¨¦ndez y Guti¨¦rrez se situaron ayer en el extremo contrari¨® de quienes piden al Gobierno un mayor esfuerzo presupuestario en 1998 para prevenir tensiones inflacionistas. Los dirigentes sindicales reiteraron que comparten el objetivo de que Espa?a llegue al euro, pero creen que la bonanza econ¨®mica permite un Presupuesto menos austero y con m¨¢s capacidad de generar empleo.El secretario general de UGT acus¨® al Gobierno de pretender que "los frutos del crecimiento econ¨®mico sean aprovechados por una minor¨ªa; por aquellos que tienen mayor capacidad econ¨®mica y de presi¨®n". Gutierrez remat¨®: "La recuperaci¨®n econ¨®mica no debe caracterizarse por la ley del embudo, las estrecheces para los trabajadores y la manga ancha para las rentas del capital".

Ambos acusaron al Gobierno de "ser m¨¢s papista que el papa" al contemplar para 1998 un d¨¦ficit del 2,4% del producto interior bruto (PIB), una d¨¦cima menos de lo previsto en el Programa de Convergencia. "El Gobierno est¨¢ decidido a situarse como abanderado de recortes exacerbados del gasto a costa de mantener a nuestro pa¨ªs como abanderado del desempleo", dijo M¨¦ndez. De aqu¨ª que ambas centrales pidieran a Rato que los Presupuestos de 1998 sean "selectivamente expansivos".

El vicepresidente econ¨®mico -a quien acompa?¨® el ministro de Trabajo, Javier Arenas-, rechaz¨® las cr¨ªticas. En su opini¨®n, el Presupuesto de 1998 "debe consolidar la recuperaci¨®n econ¨®mica y garantizar que sea duradera, porque es la f¨®rmula que permite la creaci¨®n de empleo y que la prosperidad llegue a un mayor n¨²mero de ciudadanos".

El problema es que los sindicatos no creen que el camino trazado por el Gobierno lleve a ese objetivo. Adem¨¢s, mantienen serias dudas sobre aspectos vitales del Presupuesto, que no fueron despejadas ayer. Las centrales pidieron y no obtuvieron respuestas sobre la financiaci¨®n de la sanidad, fondos para educaci¨®n, posibles recortes en el desempleo y destino de la inversi¨®n p¨²blica. Por este motivo se declararon "defraudados".

En sanidad hubo incluso contradicciones entre lo que explicaron los sindicatos y la informaci¨®n que transmiti¨® Rato. Las centrales dijeron que el Gobierno estudia f¨®rmulas para que los usuarios de la sanidad p¨²blica paguen una parte de la asistencia que reciben, lo que Rato neg¨®, igual que d¨ªas atr¨¢s hizo el ministro del ramo. El vicepresidente dijo que la financiaci¨®n de la sanidad vendr¨ªa de los Presupuestos y la lucha contra el fraude en las prestaciones.

No se descartan subidas en los impuestos especiales -como reclama CiU-, si bien Rato explic¨® que la presi¨®n fiscal no subir¨¢ el a?o que viene. En el caso de que se aumenten algunos impuestos, a?adi¨®, se compensar¨¢ con descensos en otros, Arenas descart¨® un recorte del desempleo y justific¨® el descenso en 120.000 millones en los gastos del Inem por el crecimiento del empleo y de los contratos fijos.

Los sindicatos reiteraron su petici¨®n de que el sueldo de los funcionarios suba el a?o que viene m¨¢s que la inflaci¨®n prevista (2,1%) para compensar la congelaci¨®n de este a?o. Respecto a las pensiones, UGT y CC 00 se?alaron que el Gobierno "no ha despejado de manera firme cu¨¢nto subir¨¢n el a?o que viene". Rato explic¨® que el incremento ser¨¢ el 2,1% pero, en efecto, no dej¨® claro si habr¨¢ un descuento por la desviaci¨®n a la baja en la inflaci¨®n de 1996.