La efem¨¦rides del PP

EL PARTIDO Popular ha decidido convertir en magna efem¨¦rides la primera victoria de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en las elecciones a la presidencia de la comunidad aut¨®noma de Castilla y Le¨®n (28 dejulio de 1987). Para conmemorar los 10 a?os cumplidos desde aquella fausta jornada, el hoy presidente del Gobierno ha cumplido un periplo por tierras castellanas, con ¨¢gapes variados, que incluyeron el estreno musical del pasodoble Juan Jos¨¦ Lucas, compuesto para homenajear al presidente actual de la Junta de Castilla y Le¨®n, en quien, al parecer, el presidente del Gobierno tiene puestas todas sus complacencias.Todo el festejo parece desmesurado y un punto infantil. Es rid¨ªculo celebrar un triunfo electoral como si de la batalla de Lepanto se tratase; pero es que, adem¨¢s, emerge expl¨ªcito el intento de hinchar la figura de Aznar hasta los t¨¦rminos de un culto aldeano a la personalidad del presidente del Gobierno, La identificaci¨®n de "la primera victoria" sobre el PSOE con una especie de reconquista nacional, con su Covadonga particular en Valladolid, es la interpretaci¨®n leg¨ªtima que se puede hacer de tal iniciativa, deudora adem¨¢s de una concepci¨®n pol¨ªtica de v¨ªa estrecha.

Tienen, sin duda, el presidente del Gobierno y el PP m¨¢s y mejores preocupaciones que atender. Como demuestran las cifras conocidas, aunque todav¨ªa no definitivas, del CIS, que sit¨²an a Aznar por debajo de Felipe Gonz¨¢lez y Joaqu¨ªn Almunia en la calificaci¨®n de los ciudadanos. El culto a la personalidad y las hornacinas con la figura del l¨ªder son abiertamente contradictorias con un concepto profundo de la democracia. Claro que igual est¨¢n justificadas con una persona que ante la pregunta de un periodista sobre el milagro de la econom¨ªa espa?ola declar¨®: "El milagro soy yo".