Los argentinos ¡®descubren¡¯ el comercio electr¨®nico
La eliminaci¨®n de algunas barreras fiscales y burocr¨¢ticas incentiva las compras digitales durante el periodo navide?o
La clase media argentina ha celebrado con un fest¨ªn de compras navide?as en el exterior haber dejado de ser uno de los pa¨ªses m¨¢s cerrados del mundo. En septiembre, Amazon lanz¨® una tarifa plana de cinco d¨®lares para env¨ªos a Argentina que caus¨® furor porque permit¨ªa acceder a tecnolog¨ªa, ropa y otros productos de Estados Unidos por precios hasta un 70% m¨¢s baratos que en las tiendas locales. En diciembre, la fiebre por el comercio electr¨®nico aument¨® con los beneficios impositivos decretados por el Gobierno de Javier Milei: los consumidores pueden adquirir productos de hasta 400 d¨®lares exentos de aranceles de importaci¨®n y tienen permitido hacer cinco compras anuales que no superen los 3.000 d¨®lares por mes. La apreciaci¨®n del peso respecto al d¨®lar en el ¨²ltimo a?o contribuye tambi¨¦n a este fen¨®meno.
M¨®viles, ordenadores, drones, videojuegos y otros productos tecnol¨®gicos est¨¢n entre los m¨¢s demandados por ser los que tienen mayores diferencias de precios debido a los aranceles y restricciones que se aplican para proteger a la industria nacional y a los grandes m¨¢rgenes de ganancia de importadores y vendedores en un pa¨ªs con poca competencia. Hasta ahora, la forma m¨¢s com¨²n de obtener tecnolog¨ªa a precios internacionales era camuflar esos bienes en la maleta al volver del extranjero.
Las maneras de desalentar las compras en mercados for¨¢neos fueron m¨²ltiples e incluyeron, entre otras, un infierno de tr¨¢mites. Entre 2014 y 2016, el Estado exig¨ªa estar registrado como importador y presentar una declaraci¨®n jurada como requisitos para recibir un paquete del exterior. Lo m¨¢s frecuente era que el env¨ªo quedase trabado en la aduana, sin importar si era un regalo de escaso valor de alg¨²n familiar que viv¨ªa lejos o un bien suntuoso. Algunos desist¨ªan de retirarlo porque los impuestos a pagar eran superiores al importe del producto. Otros preparaban la billetera y se armaban de paciencia para recorrer varias ventanillas y aguardar m¨¢s de cuatro horas en promedio para sacar algo de ah¨ª.
Los tr¨¢mites se han simplificado y el paso por la aduana es hoy m¨¢s infrecuente, pero no ha dejado de ser caprichoso, lento y caro. A finales de noviembre, en la sala de espera de la aduana una mujer de mediana edad bregaba porque le dejasen retirar la medicaci¨®n que le hab¨ªa comprado a su esposo en Estados Unidos por internet, un hombre se desesperaba porque le ped¨ªan en impuestos casi lo mismo que hab¨ªa pagado por sus zapatillas en Amazon y un despachante gritaba exasperado ante la falta de respuestas por la p¨¦rdida de 10 bultos de 130 kilos.
La loter¨ªa de la aduana
Si el env¨ªo se hace puerta a puerta, a trav¨¦s de la empresa estatal Correo Argentino, el paquete tiene m¨¢s posibilidades de ser retenido en la aduana que si se tramita a trav¨¦s de una compa?¨ªa privada internacional, hacia donde Milei quiere volcar todo el negocio. Las exenciones tambi¨¦n son distintas: 50 d¨®lares libres de impuestos en el primer caso; 400 d¨®lares en el segundo. La eliminaci¨®n de m¨¢s de 4.000 puestos de trabajo del Correo Argentino ha ralentizado el servicio puerta a puerta, mientras que el otro, conocido como courier, ha despegado tras la entrada del gigante de la log¨ªstica Mercado Libre.
¡°El marco normativo cambi¨® hace unas semanas y eso nos llev¨® a evaluar esta posibilidad¡±, responden desde Mercado Libre sobre el servicio que lanzaron el 16 de diciembre. La oferta inicial de la empresa incluye el env¨ªo gratuito y entre sus promotores ha estado el ministro de Econom¨ªa, Luis Caputo. La exenci¨®n de impuestos actual acerca Argentina a Chile, el pa¨ªs m¨¢s abierto de la regi¨®n, que contempla compras libres de aranceles hasta los 500 d¨®lares, y lo pone por delante de Per¨² y Colombia y a¨²n m¨¢s de Brasil, su principal socio comercial, que grava todo lo que entra. El entusiasmo de los consumidores contrasta con la inquietud de industriales, importadores y comerciantes despu¨¦s de un a?o marcado por la recesi¨®n econ¨®mica y la ca¨ªda del consumo dom¨¦stico. Acostumbrados a la incertidumbre permanente, algunos han comenzado a reconvertirse; otros, presionan para que la exenci¨®n de impuestos les llegue tambi¨¦n a ellos.
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