Primorosa primera entrega
Lleno de periodistas en Mallorca, atra¨ªdos por el Factor Nupcial. El nuevo pantal¨¢n del N¨¢utico parece un hotel saud¨ª
En mi lista de buenos prop¨®sitos, elaborada para sobrevivir en estos tiempos de malaria moral, tengo anotadas una serie de cosas, amado p¨²blico, que dan idea de la clase de gacetillera babosa en que el temor me ha convertido. Primera y principal, he dejado de fumar, porque, parece, al juez Javier G¨®mez de Lia?o le caen mal los fumadores desde que, dicen, sufri¨® problemas de, quiz¨¢ (toda prudencia es poca), pulmones. Segunda, ahorrar para acceder a entrevistar alg¨²n d¨ªa a Miguel Ricart en la c¨¢rcel (el reo piensa cobrar por ello y ya se aprestan los m¨¢s avispados a ponerle un decorador de interiores para la celda, que dir¨ªa Woody). Tercera, ahorrar para, el a?o que viene, invitar al televisivo padre Repeles en su cumplea?os y darle una fiesta, pag¨¢ndole 350.000 p¨²as, que es en lo que se nos ha puesto el Apocalipsis a domicilio.Mi ¨²ltimo y m¨¢s importante prop¨®sito consist¨ªa en ahorrar para comprarme un par de luchadores de sumo que me acompa?aran a reportear en el horror marbell¨ª, pero, de nuevo, dando muestras de una bondad extraordinaria, mi empresa me manda a Mallorca, para que acabe mis estudios de finura y me licencie en Cunnilaude. Tal vez tienen planes para m¨ª. ?La Costa Azul? ?Les Plagetes-sur-Mer, en el Oropesado?
Y aqu¨ª me tienen, mucho m¨¢s suelta que el pasado agosto, y eso que no pas¨¦ para adquirir mundolog¨ªa por el funeral del pobre Versace, pues hall¨¢bame folgando en Nueva York; pero me acerqu¨¦ a su tienda de la Quinta Avenida, para rendirle homenaje y ver si hab¨ªa rebajas, y no s¨®lo sent¨ª su aura, sino que no saben lo macizos que aparec¨ªan sus dependientes, todos de negro, con el t¨ªpico sex appeal que tienen los hombres de 1,90, cintura as¨ª, muslos as¨¢, t¨®rax de ac¨¢ p'all¨¢, cuando se ponen melanc¨®licos.
Aqu¨ª me tienen, dec¨ªa, code¨¢ndome otra vez con la Real Familia. Hoy mismo, mientras ustedes me leen, quiz¨¢ est¨¦ yo ech¨¢ndole el ojo a alguno de sus Miembros, pues se presenta en el N¨¢utico -que ya es como mi casa, modestamente- la XVI Copa del Rey Aguabrava, y a fe m¨ªa que el Monarca, al menos, no ha de faltar a tan magno acontecimiento, haciendo acto de soberana presencia en el pantal¨¢n, remozado con tan exquisita galanura que ha quedado con una pinta de hotel saud¨ª que ni te cuento. Adem¨¢s, muy pronto ser¨¦ recibida, junto con el resto de esa otra grande, delicada, entra?able y unida familia que es el periodismo -que este a?o se ha ampliado con la llegada de agencias y televisiones, atra¨ªdas por el Factor Nupcial-, en los bellos jardines que ornan el palacio de Marivent, punto y seguido. No, mejor punto y aparte.
Francamente, creo que est¨¢ mi nueva incursi¨®n en la paradis¨ªaca Isla de la Calma me encuentra mucho m¨¢s suelta, de pluma y de todo. De momento, los pol¨ªticos leen: Narc¨ªs Serra, una serie de livianos vol¨²menes cuyos t¨ªtulos ocupar¨ªan lo que queda de espacio; Felipe Gonz¨¢lez, el ¨²ltimo del marido de ?ngeles Mastreta sobre la agoma del PRI. El banquero Mario Conde lee sobre sufismo, que predica el despojamiento de bienes terrenales; el propio, no el del pr¨®jimo. Elena Boira y Federico de Carvajal se embarcan, como siempre, en el Club de Mar y posan amablemente para la prensa con su deliciosa y bella hija Macarena. Y, a lo mejor, tambi¨¦n leen.
Sara Montiel y sus hijos Thais y Zeus ya est¨¢n en Mallorca, como tambi¨¦n Ana Obreg¨®n y el delicioso duendecillo Dad¨ªn, y todos nos, preguntamos -no hacemos otra cosa, pr¨¢cticamente- si vendr¨¢n Suker y -so?ar no cuesta nada- el sensible presidente Tudjman de Croacia. Se aguarda con impaciencia la llegada de Claudia Schiffer, que tiene su casa a medio construir, para ver si aclara qu¨¦ ocurri¨® entre ella y el conejo de David Copperfield, y de Michael Douglas, cuya ex esposa, o todav¨ªa esposa, Diandra, se encuentra muy desmejorada, seg¨²n quienes la han visto: y no porque ¨¦l est¨¦ a punto de llegar, que ser¨ªa lo l¨®gico, sino porque sale con otra.
El apuesto Urdangar¨ªn vendr¨¢ muy tarde, pues est¨¢ concentrado con su equipo, pero do?a Cristina va y viene y viene y va en pos del amor, la felicidad y, redundo, la ventura.
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