G¨®mez de Lia?o env¨ªa a la c¨¢rcel a los tres etarras entregados por la Rep¨²blica Dominicana

El presunto ex n¨²mero uno de ETA Eugenio Etxebeste, Antxon, manifest¨® ayer ante el juez Javier G¨®mez de Lia?o que no ha pertenecido a la banda terrorista en los ¨²ltimos 20 a?os, concretamente desde los indultos de la transici¨®n. Con esta sorprendente declaraci¨®n, orientada a demostrar la supuesta prescripci¨®n de los delitos que se le imputan, Antxon neg¨® ser dirigente de ETA y s¨®lo admiti¨® su papel como "mediador" entre ¨¦sta y el Gobierno en las conversaciones de Argel de1989. El juez decret¨® la prisi¨®n incondicional en Alcal¨¢-Meco para Antxon, igual que para los otros dos etarras expulsados el s¨¢bado de la Rep¨²blica Dominicana, donde estaban como "hu¨¦spedes especiales" seg¨²n la Secretar¨ªa de Estado de ese pa¨ªs.

El presunto dirigente etarra ha negado ahora su vinculaci¨®n a ETA "desde los ¨²ltimos indultos tras la muerte de Franco", seg¨²n la versi¨®n facilitada por el abogado de Antxon, el letrado de HB Miguel Castells. A rengl¨®n seguido, ¨¦ste signific¨® que los hechos que se imputan a su defendido se remontan al a?o 1979 y que Antxon en esas fechas ya no pertenec¨ªa a ETA por lo que, en su opini¨®n, sus eventuales delitos estar¨ªan prescritos.Para encajar esta revelaci¨®n con su papel de interlocutor principal designado por la organizaci¨®n terrorista en las conversaciones de Argel, Antxon present¨® una candorosa versi¨®n seg¨²n la cual ¨¦l estaba residiendo en Ecuador cuando "alguien" del Gobierno, a quien no quiso identificar, se puso en contacto con ¨¦l y le plante¨® su mediaci¨®n en Argel. El acept¨® tras imponer una doble condici¨®n: que las dos partes estuviesen de acuerdo y que el fin de las conversaciones fuera "alcanzar la paz". [Entonces, ETA difundi¨® un comunicado en que anunciaba una tregua de dos meses y designaba a Antxon como su representante].

Fue entonces cuando, desde un hotel de Ecuador le llevaron a a Argel "como mediador, no como dirigente de ETA". Tras el fracaso de las negociaciones fue confinado en la Rep¨²blica Dominicana, donde ha recibido en tres ocasiones mensajes para que reiniciara sus contactos con ETA.

Seg¨²n la versi¨®n de Castells, -¨²nica disponible puesto que el fiscal se neg¨® a contar a los periodistas lo sucedido- uno de estos mensajes le lleg¨® en 1991 a trav¨¦s de una persona que dijo representar al ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera.

Seg¨²n el letrado de Antxon, s¨®lo est¨¢ implicado en una causa de 1987, -el sumario Sokoa-, en el que se le imputa "haber dado unas charlas a refugiados vascos en el sur de Francia", delito que dice que "ha prescrito". Etxebeste declar¨® dos horas ante el juez y despu¨¦s examin¨® concienzudamente la transcricpci¨®n de su declaraci¨®n escrita en el juzgado.

Los otros dos presuntos etarras, Ignacio Aracama Mend¨ªa, Makario, y Jos¨¦ Mar¨ªa Ganchegui, Peio, se negaron a responder al interrogatorio judicial, as¨ª como a realizar un cuerpo de escritura para cotejar su caligraf¨ªa con la de documentos incautados a ETA en la cooperativa Sokoa (en Francia) o en intervenciones posteriores.Sin embargo, al solicitar el fiscal Jes¨²s Santos la prisi¨®n incondicional, de los tres imputados, el juez G¨®mez de Lia?o tuvo que celebrar la preceptiva vistilla,con car¨¢cter previo a la adopci¨®n de medidas cautelares. En esa vistilla, Makario y Peio accedieron a contestar s¨®lo a las preguntas de sus abogados, los letrados de HB Miguel Castells y ?lvaro Reiz¨¢bal. Los dos supuestos etarras pidieron que el tiempo que han estado en la Rep¨²blica Dominicana les sea contabilizado como de cumplimiento en prisi¨®n preventiva, porque, seg¨²n Peio, viv¨ªan en "arresto domiciliario".

Seg¨²n Reiz¨¢bal, ambos indicaron que en el avi¨®n en el que fueron trasladados a Espa?a el pasado s¨¢bado fueron "interrogados" por polic¨ªas, sin la presencia de abogados, aunque los agentes utilizaron "un tono informal".

Los tres etarras fueron llevados a la Audiencia Nacional sin afeitar y con la misma ropa que a su llegada a Espa?a, en coches separados y vigilados por un helic¨®ptero.