Capturados con otro coche robado los dos chicos de la fuga de Carabanchel

Manuel Garc¨ªa Garc¨ªa, Dud¨², de 16 a?os, y Juan Carlos B. M., de 14, los dos muchachos que el s¨¢bado pasado fueron sorprendidos en Portugal por su fuga con las ni?as de Carabanchel, fueron detenidos en la ma?ana de ayer, cuando iban otra vez en un coche robado. Su captura fue posible tras una espectacular persecuci¨®n de la Polic¨ªa Municipal que acab¨® cuando el Ford Orion blanco -la especialidad de Dud¨²- en el que viajaban se empotr¨® contra un ¨¢rbol en la Casa de Campo.En los cuatro d¨ªas que dur¨® la desaparici¨®n de las ni?as de Carabanchel -Nuria Mu?oz Mu?oz y Estela Garc¨ªa Achutegui, ambas de 13 a?os-, los chavales recorrieron 1.500 kil¨®metros y robaron cinco coches. Esta escapada lleg¨® a su fin en la costa portuguesa de Sesimbra, cuando el veh¨ªculo que conduc¨ªa Juan Carlos choc¨® con otro que estaba parado ante un stop. Una vez recogidos por la polic¨ªa, Juan Carlos, hu¨¦rfano, regres¨® al centro tutelar de menores Concepci¨®n Arenal, y Manuel, por tener edad penal, pas¨® a una comisar¨ªa, aunque finalmente volvi¨® a la Ciudad de los Muchachos (la madre de Manuel est¨¢ en paradero desconocido y su padre est¨¢ preso). El r¨¦gimen de los centros donde quedaron alojados, sin embargo, no impide la salida y ambos volvieron a verse.

As¨ª lo descubrieron los padres de las ni?as de Carabanchel, quienes el pasado mi¨¦rcoles se percataron de que los dos j¨®venes volv¨ªan a rondar su calle.

No ser¨ªan los ¨²nicos. Ayer, a las nueve de la ma?ana, una patrulla de la Polic¨ªa Municipal advirti¨® en un sem¨¢foro en rojo de la calle de Sep¨²lveda (Bat¨¢n) la presencia de un Ford Orion blanco, con cinco ocupantes de extrema juventud. Los agentes se acercaron con su veh¨ªculo y pudieron comprobar que el Ford Orion -especialidad de Manuel- ten¨ªa el puente hecho y que los ocupantes de la parte trasera se tumbaban para evitar ser vistos.

La patrulla les indic¨® con un meg¨¢fono que bajasen del veh¨ªculo. Un agente incluso se acerc¨®. Pero el conductor dio marcha atr¨¢s de forma brusca y el coche sali¨® disparado. En su huida, siempre seg¨²n el relato policial, se salt¨® m¨¢s de cinco sem¨¢foros en rojo hasta adentrarse en la Casa de Campo. All¨ª, en la curva del Zoo se sali¨® de la calzada, se golpe¨® contra un ¨¢rbol y rebot¨®.

Nada m¨¢s producirse el accidente, los cinco ocupantes, divididos en dos grupos, salieron corriendo. Los dos patrullas de la Polic¨ªa Municipal que iban tras ellos salieron en su b¨²squeda y les detuvieron, tras una corta carrera. Se trataba, adem¨¢s de Manuel y Juan Carlos, de Alberto B. S., Carlos I. M. y Jonathan A. N., estos ¨²ltimos con edades comprendidas entre los 15 y los 17 a?os.

Un detenido se hizo pasar por menor de 16 a?os para salir de comisar¨ªa

El defensor del menor de la Comunidad, Javier Urra, tambi¨¦n incidi¨® en el problema que suscita la nueva fuga y robo perpetrado por los menores. "Los chavales fuguistas suelen ser muy reincidentes. Con cada fuga y robo se demuestran a s¨ª mismos que no tienen l¨ªmites, y hay que pon¨¦rselos. Ahora bien, yo me pregunto: ?se debe encerrar a un chaval para que cambie? Nadie duda de que estos casos suscitan la alarma social, pero la respuesta corre por trabajar con estos chavales, saber qu¨¦ metas tienen. El problema, nuevamente, es que las continuas fugas impiden el tratamiento", dijo Urra.El Defensor del Menor analiz¨® las ventajas e inconvenientes de los centros abiertos a los que se llev¨® a estos chavales. "El tener un r¨¦gimen abierto les otorga m¨¢s libertad y permite que se autorregulen; el riesgo reside en la posibilidad de reincidencia. El problema es especialmente agudo en el caso de los menores con edades comprendidas entre los 16 y 18 a?os, a los que se aplica la justicia ordinaria, por lo que el juez o los encierra en c¨¢rceles para j¨®venes o les deja pr¨¢cticamente en libertad. Hace falta desarrollar m¨¢s t¨¦rminos medios, y para ello es necesario implantar ya la Ley de Justicia Juvenil", afirm¨® Urra.

Mar¨ªa Ord¨®?ez, la subdirectora de la Ciudad de los Muchachos, en la que reside Manuel, se mostr¨® molesta con los medios de comunicaci¨®n y con el tratamiento que le hab¨ªan otorgado al caso de las ni?as de Carabanchel. Para ella, se ha convertido en una especie de h¨¦roe a un chaval en v¨ªas de rehabilitaci¨®n, lo que le, ha llevado a perder la noci¨®n de la realidad, informa Luis Fernando Dur¨¢n.