Hola y adi¨®s
Triana tom¨® la alternativa tras varios a?os en el desierto de la noviller¨ªa, y V¨ªctor Mendes se despidi¨® de Sevilla en su 26 a actuaci¨®n. Hola y adi¨®s. Un comienzo y una despedida con es casa emoci¨®n. Los toros, que no conoc¨ªan tales eventos, se encargaron de rociar soser¨ªa sobre los sentimientos, y todo qued¨® en casi nada. Valderrama fue el testigo de la ceremonia y comparti¨® la mala clase de sus oponentes.Lo que son las cosas: un torero que viene con ganas, aunque ¨¦l mismo demostr¨® que tampoco era para tanto; otro que se va y quer¨ªa hacerlo con toda dignidad, y un tercero que pretende asentarse y no le acompa?an las circunstancias. Y los toros lo descompusieron casi todo; bien presentados y astifinos, pero blandos, sosos y descastados hasta la saciedad. As¨ª las cosas, todo se desvaneci¨®.
Guardiola / Mendes, Valderrama,
TrianaToros de Hermanos Guardiola Dominguez, bien presentados, flojos y sosos. V¨ªctor Mendes: dos pinchazos y un descabello (ovaci¨®n); dos pinchazos y un descabello (ovaci¨®n). Domingo Valderrama: media tendida (ovaci¨®n); pinchazo y estocada (vuelta). Domingo Triana, que tom¨® la alternativa: dos pinchazos (ovaci¨®n); dos pinchazos (silencio). Plaza de la Maestranza, 15 de agosto. Menos de. media entrada.
Mendes, sin embargo no se fue de vac¨ªo. Sus toros no le ayudaron, ni el torero est¨¢ tocado con la virtud del arte. Pero es un banderillero plet¨®rico y artista. Resucit¨® un tercio devaluado por la torer¨ªa andante con dos lecciones. Fueron seis pares de poder a poder, reunidos, ejecutados asom¨¢ndose al balc¨®n y saliendo airoso. Sobresali¨® el poder¨ªo, la t¨¦cnica y la m¨¢s pura ortodoxia, y llen¨® de sentida emoci¨®n el ruedo de la Maestranza.
Domingo Valderrama quiere seguir y no lo tiene f¨¢cil. Quiz¨¢ lo han aburrido con tanto toro grande y malo, y se le nota. Su paso por Sevilla no ha sido exitoso y deber¨¢ pagar la factura. Sus toros no le ayudaron, pero el torero tampoco encontr¨® el camino m¨¢s adecuado; al menos, con la muleta. Con el capote, sin embargo, alcanz¨® cotas de extraordinaria calidad. Por ver¨®nicas recibi¨® a su primero con sentimiento, las manos muy bajas y la planta quieta. Despu¨¦s, el animal se derrumb¨® y la faena qued¨® reducida a varios redondos y dos largos naturales. Volvi¨® a capotear con buen estilo a su segundo, pero no lo entendi¨® despu¨¦s. Le falt¨® reposo.
El toricantano tuvo delante un primer toro complicado que se colaba con descaro por el pit¨®n derecho. El torero estuvo digno, pero le falt¨® la decisi¨®n suficiente para optar al triunfo a cambio, posiblemente, de una voltereta. Consigui¨® una primera tanda de derechazos profundos y aut¨¦nticos y no hubo m¨¢s. La embestida era incierta, y el torero prefiri¨® abreviar. Una pena, porque el valor habr¨ªa tenido una buena recompensa. El ¨²ltimo era complicado y violento, y no acab¨® de cogerle el aire en ning¨²n momento. De este modo, el comienzo de la carrera de Domingo Triana se torna incierto.
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