Si les va tan bien, ?por qu¨¦ se l¨ªan?
VARIAS PRESTIGIOSAS publicaciones internacionales han elogiado estos d¨ªas la marcha de la econom¨ªa espa?ola. Los ¨²ltimos registros conocidos -del crecimiento del PIB, del aumento del empleo y de la evoluci¨®n de los precios- confirman esa positiva situaci¨®n. Y sin embargo...El gobernador del Banco de Espa?a ha deso¨ªdo a sindicatos y patronal,que le propon¨ªan una nueva rebaja de los tipos de inter¨¦s tras el buen registro del ¨ªndice de precios al consumo (IPC) de julio, conocido el mi¨¦rcoles, que mantiene la tasa interanual en el 1,6%. Con ese registro, la inflaci¨®n espa?ola supera en tan s¨®lo cuatro d¨¦cimas la media de los tres pa¨ªses con menor crecimiento de los precios. Hace tan s¨®lo tres a?os, en julio de 1994, el diferencial con esos pa¨ªses era de 2,9 puntos. El criterio de Maastricht permite superar la media de esos tres pa¨ªses virtuosos -entonces lo eran Francia, Dinamarca y Luxemburgo- en 1,5 puntos, por lo que est¨¢bamos lejos del objetivo; ahora, en cambio, lo alcanzamos con creces.
La cautela del gobernador estaba sin embargo justificada. Por una parte, el hecho de que la inflaci¨®n subyacente -sin productos energ¨¦ticos y alimentos frescos- sea cuatro d¨¦cimas superior al ¨ªndice general augura un repunte de los precios en ¨¦l segundo semestre. Ello es consecuencia, sobre todo, del aumento de los precios de los servicios, que han crecido en un a?o el 3,8%. Ayer mismo se conoci¨® que, tras la subida de una peseta por litro, el precio de la gasolina alcanza, por segunda vez en lo que va de agosto, su m¨¢ximo hist¨®rico. El IPC de julio no recog¨ªa sino muy parcialmente los incrementos de los precios de los carburantes en origen, y tampoco el encarecimiento adicional resultante del actual tipo de cambio, con el d¨®lar rondando las 160 pesetas. Esa subida encarecer¨¢ los transportes y los sectores consumidores de energ¨ªa, lo que repercutir¨¢ en la inflaci¨®n.
El Banco de Espa?a tambi¨¦n ha alertado sobre los efectos del incremento de los costes salariales. Seg¨²n UGT, los salarios de los convenios firmados en lo que va de a?o suponen un incremento ligeramente superior al 3%: bastante por encima del 2,2% de incremento de los precios previsto para el a?o 1.997.
La otra cara de la fortaleza del d¨®lar en relaci¨®n a la peseta es que favorece las exportaciones. El Banco de Espa?a ha estimado en el 3% el crecimiento del PIB producido en el segundo trimestre del a?o. Ese crecimiento se debe en buena medida al despertar del consumo interno, estimulado, seg¨²n los expertos, por el aumento del empleo y el clima de mayor confianza tras cinco trimestres consecutivos de crecimiento sostenido. Pero ese aumento de la demanda interna est¨¢ siendo compatible con el mantenimiento del dinamismo exportador, algo que no hab¨ªa ocurrido en las anteriores fases de crecimiento.
Que este crecimiento est¨¦ siendo ahora compatible con una correcci¨®n de los desequilibrios es el rasgo m¨¢s positivo de la coyuntura actual. Pero se equivocar¨ªa a s¨ª mismo el Gobierno si pensara que ello se debe s¨®lo o principalmente a lo acertado de su pol¨ªtica econ¨®mica. Primero, porque la tendencia a la reducci¨®n de los desequilibrios (en precios, d¨¦ficit y deuda), con sus efectos favorables en los tipos de inter¨¦s, es com¨²n a todos los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea (ya s¨®lo Grecia incumple el criterio de inflaci¨®n, por ejemplo); segundo, porque esa tendencia se inici¨® ya con la anterior Administraci¨®n. Pero sobre todo porque las reformas liberalizadoras que exhibe como bandera, o no han entrado en vigor o no han tenido tiempo todav¨ªa ' de demostrar su eficacia pr¨¢ctica (en materias como el suelo., liberalizaci¨®n de servicios, etc¨¦tera). M¨¢s que producir iniciativas novedosas, el equipo de Rodrigo Rato ha tenido el m¨¦rito de no cometer errores graves: de no entorpecer con medidas inoportunas o contradictorias entre s¨ª las tendencias favorables del momento.
Se dir¨¢ que no es poca cosa, y es cierto. As¨ª lo han reconocido estos d¨ªas publicaciones como Le Nouvel Observateur, Walt Street Journal o The European. Esta ¨²ltima llega a asegurar esta semana que la espa?ola se ha convertido en "la econom¨ªa m¨¢s boyante de Europa". A continuaci¨®n se extra?a de la guerra desatada por el Gobierno contra algunos medios de comunicaci¨®n y comenta que una democracia "segura de s¨ª misma como Espa?a" no necesita de "pobres juegos" como la reciente adquisici¨®n de una cadena de televisi¨®n privada por parte de Telef¨®nica, empresa "con fuertes lazos residuales con el Gobierno". Si la econom¨ªa les va tan bien, ?por qu¨¦ se meter¨¢n en estos jardines?
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