El paraguas de Guerreiro
Uno de los hermanos Marx, Francisco Frutos, ha declarado que Anxel Geluco,Guerreiro es un in¨²til. Dios m¨ªo, Frutos no sabe ni lo que es una borrasca de las Azores. Guerreiro no s¨®lo ha sobrevivido a todas con su inseparable paraguas Carabel, sino tambi¨¦n a largu¨ªsimos a?os de franquismo, largos de fraguismo y males menores como Tabacalera y Renfe. Con su tambi¨¦n inseparable ducados, hizo m¨¢s kilometraje en el expreso R¨ªas, Altas, de A Coru?a a Madrid y viceversa, que un maquinista del Transiberiano. Por sobrevivir, sobrevivi¨® a terribles combinados ferroviarios de bocadillos de chorizo y lecturas, de Althusser que culminaban en los allegro ma non tropo del Comit¨¦ Central.Fue siempre un enlace leal y con m¨¢s moral que el Baio, FC, que, a fuer de ¨²ltimo, coloc¨® el farolillo rojo en el escudo. Sobrevivi¨® a 45 detenciones y pico. La brigada pol¨ªtico-social estaba at¨®nita con aquel tipo que, entre palizas, se atusaba el mostacho y se empe?aba en explicarles la pol¨ªtica de reconciliaci¨®n nacional. Con mayor entusiasmo si cabe, predic¨® el eurocomunismo a obreros de Astano, viticultores del Ribeiro y hasta al arzobispo de Santiago. Cuando se constituy¨® la junta democr¨¢tica, tuvo la valent¨ªa de plantarse en el Gobierno Civil para negociar el traspaso de poderes; con escaso ¨¦xito, hay que decirlo, pues lo remitieron al calabozo por no perder la costumbre. Luego, fue un buen diputado autonomista, muy sensato, lo que le granjeo numerosas antipat¨ªas en los medios de opini¨®n. Un d¨ªa se dio cuenta de que al hablar del PC los chavales se preguntaban cu¨¢ntos megas ten¨ªa ese aparato.
Los esencialistas del "programa, programa, programa" le acusan de haber cosechado pocos votos. Hombre, depende. Hubo momentos en Galicia en que votar comunista ten¨ªa casi m¨¢s m¨¦rito que ser vegetariano. Adem¨¢s, la fidelidad de Guerreiro a la direcci¨®n central y al expreso R¨ªas Altas acab¨® siendo un h¨¢ndicap. La rebeld¨ªa aut¨®ctona prefiri¨® al bloque, que hizo bailar a Marx la mu?eira de Castelao y supo mudar a Rosa Luxemburgo por Rosal¨ªa de Castro y el carro del pa¨ªs por el tractor John Deere. Que Guerreiro y los suyos sobrevivieran hasta ahora es un milagro m¨¢s de San Andr¨¦s de Teixido, donde va de muerto quien no fue de vivo.
A falta de dos meses para las elecciones gallegas, la direcci¨®n de IU pone en la picota a Guerreiro por el pacto con los socialistas. Los mao¨ªstas del PP de Galicia felicitan a los leninistas de Anguita. Los buenos conservadores siempre. acaban entendi¨¦ndose. Pero creo que Anguita se equivoca cuando confunde a Guerreiro con una peque?a china en el zapato.
El hombre que sobrevivi¨® a borrascas y gobernadores inclementes, a calabozos y trenes del Far West, a la ca¨ªda del Tel¨®n de Acero y al levantamiento del de Grelos, al estructuralismo, a Carrillo y la posmodernidad, a Los Panchos y los Backstreet Boys, a la TVE y la TVG, a las legiones romanas y la pax fraguiana..., se atusar¨¢ el mostacho, desplegar¨¢ su paraguas Carabel, subir¨¢ al autob¨²s Castromil y sobrevivir¨¢ a esta guerra fresco como Ast¨¦rix mientras el mec¨¢nico Frutos da otra estupenda vuelta de tuerca en la nave Mir.
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