De Mosc¨² a Grozni

NING?N POL?TICO ruso puede admitir abiertamente la posibilidad de que Chechenia se convierta de iure en lo que ya es de facto: un Estado independiente. Los dirigentes de Mosc¨² ponen con frecuencia el ejemplo de otra rep¨²blica de la Federaci¨®n Rusa (Tatarst¨¢n), con la que, en 1994, suscribieron un acuerdo de delegaci¨®n de poderes, sin cuestionar por ello su pertenencia a la federaci¨®n. Pero son casos muy diferentes. Primero, porque en la pr¨¢ctica Chechenia funciona como un Estado soberano desde 1991, antes incluso del colapso de la URSS. Segundo, porque Mosc¨² no puede ya amenazar con una guerra: la hubo y no sirvi¨® para resolver la cuesti¨®n. Sin embargo, los dirigentes chechenos, con el pragm¨¢tico Asl¨¢n MasJ¨¢dov a su cabeza, son conscientes de que es dificil que ning¨²n pa¨ªs se atreva a reconocer su independencia mientras Mosc¨² no lo haga. De ah¨ª su pretensi¨®n de que se establezcan relaciones diplom¨¢ticas y de que se firme un tratado de Estado a Estado que fije, de forma clara e indiscutible, que Chechenia es una naci¨®n libre, soberana e independiente. En teor¨ªa, los acuerdos fijados tras la guerra daban un plazo de cinco a?os para la negociaci¨®n del "estatuto definitivo", pero los l¨ªderes de Grozni quieren acelerar las cosas.El resultado de la cumbre de la semana pasada -en la que pr¨¢cticamente se trat¨® a Masj¨¢dov como a un jefe de Estado- fue presentado por ambas partes como un ¨¦xito que abre camino a un acuerdo que deber¨¢ ser desbrozado por la comisi¨®n mixta creada al efecto y que empezar¨¢ a trabajar dentro de unos d¨ªas. Pero la distancia parece infinita entre la "mayor libertad" que Yeltsin promete y la "soberan¨ªa e independencia total" que Masj¨¢dov reclama.

Las pr¨¢cticas mafiosas surgidas al calor de la guerra son un factor adicional de conflicto. La principal cadena privada de televisi¨®n rusa, que ha tenido que pagar 150 millones de pesetas para rescatar a tres periodistas secuestrados, ha acusado al presidente checheno de complicidad en la captura de rehenes. Yeltsin se ha visto obligado a desautorizar al vicesecretario del Consejo de Seguridad, Bor¨ªs Berezovski, que se hab¨ªa mostrado de acuerdo con el fondo de esa acusaci¨®n.