"Vivir en Madrid ha sido mi elecci¨®n m¨¢s acertada"
Todo materia gris, nada de grasa como dice el anuncio de una marca de productos diet¨¦ticos. Con su metro ochenta de estatura sin tacones, esta mujer, all¨¢ donde fuere, accede siempre por la puerta grande. Manuel Fern¨¢ndez (T¨¢nger, 1954), su nombre antes de convertirse en Bibi Andersen, es hoy una chica tranquila en casa y obediente en el trabajo. Consciente de cu¨¢nto es observada por un p¨²blico que se autoconce e el derecho e juzgar todo lo que hace, Bibi rompe y rasga cuanto se interpone entre ella y su felicidad. Valiente, sin prejuicios, sabe que su vida llama la atenci¨®n y no pierde por ello la espont¨¢nea sencillez que envuelve su conversaci¨®n desde el primer minuto. Estrella por fuera, antidiva por dentro. T¨¢nger, M¨¢laga, Barcelona y sobre todo Madrid son sus ciudades. Y en Madrid ha rodado recientemente la enloquecida pel¨ªcula No me hables de los hombres, que me pongo at¨®mica, dirigida por David Menkes y Alfonso Albacete, donde Bibi interpreta a Roxi Foxi, la pornoestrella que a los hombres engatusa sin escr¨²pulos y mata sin remordimientos.Pregunta. Bibi Andersen, ?enemigo p¨²blico de la rutina?
Respuesta. No tanto como parece. A veces incluso echo de menos cierta normalidad. Esos fines de semana en casa viendo un partido y aburri¨¦ndote. Las fiestas y el ruido son f¨¢ciles de compartir. Pero los momentos de paz, cuando son gratos, resultan agradabil¨ªsimos.
P. Perfecta en el papel que interpreta de estrella porno, ?es consciente de lo mucho que su imagen impresiona en la vida real?
R. Llevo muchos a?os luchando por tener una vida no digo que normal, porque detesto esa palabra, pero s¨ª cotidiana. Amigos, pareja cuando la hay, sentimientos y posibilidad de hacer las cosas que me gustan, que en mi caso son complicadas. Al contrario que mi personaje, yo estoy dispuesta a ser vulnerable, a sufrir y a pagar el precio que ello implica para poder vivir como quiero: casi siempre amando.
P. Usted siempre ha escogido su forma de vivir.
R. Porque uno es libre en la medida en que puede elegir. Aunque la opci¨®n sea el infierno, significa, como punto de partida, que est¨¢s haciendo lo que te apetece.
P. ?Vivir en Madrid es tambi¨¦n una elecci¨®n?
R. Absoluta y con los mejores resultados. Madrid es lo que yo identifico con mi casa, y la casa no son necesariamente las cuatro paredes. Es el ambiente que te envuelve despu¨¦s de trabajar, tus amigos, tu entorno, el paisaje con el que mejor te entiendes. Vivir en Madrid es una sensaci¨®n similar a cuando te echas en brazos de la persona a la que quieres. Y no se trata de que sea m¨¢s feo o m¨¢s guapo, sino que son esos brazos y no otros los que quieres que te abracen.
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