El Gobierno 'resucita' el INI para acelerar las privatizaciones

El Gobierno ha resucitado el antiguo INI. El Consejo de Ministros aprobar¨¢ hoy la agrupaci¨®n de todas las empresas p¨²blicas en la Sociedad Estatal de Participaciones Industrial (SEPI). La medida permite desengachar de los Presupuestos Generales a las empresas en p¨¦rdidas, agrupadas en la Agencia Industrial del Estado (AIE), que desaparece. La SEPI crear¨¢ un fondo de 900.000 millones que permitir¨¢ financiar esas empresas. El PSOE y los sindicatos lo interpretan como "un artificio contable" para reducir el d¨¦ficit p¨²blico y una operaci¨®n para sanear empresas y facilitar su privatizaci¨®n.

El decreto, que reconoce por primera vez por escrito que la modernizaci¨®n del sector p¨²blico industrial tiene "como objetivo ¨²ltimo la salida de la ¨®rbita del Estado de toda la cartera industrial del mismo", establece la supresi¨®n de la AIE y persigue precisamente la liquidaci¨®n del sector p¨²blico industrial. La AlE re¨²ne a las empresas p¨²blicas en p¨¦rdidas. La SEPI, ahora constituida por las empresas con beneficios o con futuro, absorbe sus participaciones accionariales, bienes, derechos y obligaciones y se har¨¢ cargo de sus p¨¦rdidas, en tomo a los 180.000 millones en 1997.Es volver a la figura del desaparecido Instituto Nacional de Industria (INI), aunque desenganchado de los Presupuestos. Por ello puede perder control parlamentario, aunque deber¨¢ remitir a las Cortes la misma informaci¨®n que la que las empresas que cotizan en Bolsa est¨¢n obligadas a presentar a la Comisi¨®n de Valores.

Las empresas participadas no podr¨¢n recibir subvenciones, avales ni subrogaciones de deuda, ampliaciones de capital ni cualquier otro tipo de aportaciones" p¨²blicas. En cambio s¨ª permite un endeudamiento externo a las empresas con p¨¦rdidas, extremo que estaba prohibido por una ley de 1995. Pero ser¨¢n las empresas rentables de la SEPI las que aporten la mayor parte de los recursos. De hecho, "durante los ejercicios de 1997 y 1998, la SEPI dotar¨¢ con los ingresos derivados de sus operaciones de todo orden sus fondos propios hasta la cantidad de 900.000 millones, sin perjucio de atender los compromisos exigibles de la deuda hist¨®rica del extinto INF". Ese fondo se nutrir¨¢ de las privatizaciones, sobre todo de la inminente venta del 33% de Endesa, la joya de la corona, en el pr¨®ximo trimestre. Es decir, que la SEPI -como lo hiciera el INI- volver¨¢ a depender del grupo el¨¦ctrico para cubrir las necesidades de esas empresas.

Criticas sindicales

La operaci¨®n deshace el proceso puesto en marcha por Juan Manuel Eguiagaray, ex ministro de Industria socialista. Eguiagaray afirma rotundamente que el Ejecutivo pretende "una financiaci¨®n opaca para que no se apunte al d¨¦ficit p¨²blico las p¨¦rdidas de las empresas p¨²blicas, reduciendo los controles presupuestarios y dejando manos libres al Gobierno". En su opini¨®n se trata de "un artificio contable", para ocultar que el dinero de las privatizaciones se utiliza para reducir el d¨¦ficit, mecanismo no permitido por la UE. Eguiagaray cree que, de esta forma indirecta, se rebaja el d¨¦ficit al retirar de los Presupuestos las P¨¦rdidas de varias empresas.

CC OO y UGT tambi¨¦n denuncian la falta de transparencia. Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, l¨ªder del metal de CC OO, cree que, adem¨¢s de reducir contablemente el d¨¦ficit, "se pretende reducir las cargas de las empresas, retirando de las cuentas de explotaci¨®n cargas como los fondos de pensiones, para facilitar su privatizaci¨®n". Toni Ferrer, secretario de acci¨®n sindical de UGT, cree que la parte negativa es que el Gobierno quiere hacer las privatizaciones "unilateralmente".