La pel¨ªcula japonesa "Fuegos de artificio" de Takeshi Kitano gana el Le¨®n de Oro
Inexplicables premios Volpi de interpretaci¨®n para Wesley Snipes y Robin Tunney
ENVIADO ESPECIAL Estaba previsto: el Le¨®n de Oro, para Fuegos de artificio. Era imprevisible: las copas Volpi a los mejores int¨¦rpretes, para Robin Tunney, la adolescente drogadicta llena de gestos facilones de Niagara Niagara, y para el simplemente solvente Wesley Snipes de One night stand. Es la cara y la cruz de unos premios en todo lo dem¨¢s defendibles, salvo por la inexplicable ausencia -?ser¨¢ porque ya tiene en su casa de Pek¨ªn dos leones de oro?, ?ser¨¢ que hab¨ªa alg¨²n estalinista oculto en el jurado?- de Zhang Yimou y su dur¨ªsima imagen de la China actual en Keep cool. Buen broche final, pese a esas lagunas, para un concurso enfocado con rigor y riesgo, que ha dado vida a una Mostra moribunda.
El Gran Premio Especial del Jurado fue a las manos del italiano Paolo Virzi, director de Ovosodo, "por su fuerza, profundidad y humor". Sobre todo, lo ¨²ltimo: es una divertid¨ªsima pel¨ªcula, que reanuda la gloriosa, y casi extinguida, tradici¨®n de la comedia italiana de los a?os cincuenta. Entre tantas im¨¢genes sofocantes, dolo rosas y pesimistas como hemos visto aqu¨ª estos d¨ªas, Paolo Virzi nos proporcion¨® un maravilloso respiradero de aire fresco. No est¨¢ su pel¨ªcula entre las mejores que hemos visto, pero a nadie se le ocurri¨® disentir ante el anuncio de un premio tan grueso para ella.El jurado concedi¨® tambi¨¦n la medalla de oro de la Presidencia del Senado, destinada a distinguir la pel¨ªcula que "mejor contribuci¨®n hace al progreso civil y a la solidaridad humana", al filme ruso El ladr¨®n, dirigido por Pavel Chujirai, que se ha convertido en el m¨¢s llamativo descubrimiento de la excelente edici¨®n del festival que finaliz¨® anoche.
Tres Osella
Los premios llamados Osella, que distinguen alg¨²n aspecto concreto o alguna aportaci¨®n profesional, en una pel¨ªcula, fueron este a?o tres: para Gilles Taurand y Anne Fontaine, escritores del gui¨®n de la pel¨ªcula francesa, coproducida con Espa?a, Limpieza en seco; para Emmanuel Machuel, director de la fotograf¨ªa del filme portugu¨¦s Ossos; y para Graeme Revell, compositor de la m¨²sica de la pel¨ªcula dirigida por Wayne Wang Chinese box.
El Premio de la Cr¨ªtica Internacional lo gan¨® la polaca Historia de amor, dirigida por Jerzy Stuhr e inspirada en el estilo de SU maestro Krysztof Kieslowski.
La pel¨ªcula ganadora del Le¨®n de Oro es la octava que dirige Takeshi Kitano, de las que s¨®lo ha estrenado en Occidente Sonatina, que dirigi¨® en 1993. Kitano era por tanto casi un desconocido en los festivales y en los circuitos del cine minoritario europeo. Es dudoso que su Fuegos de artificio, aunque sea comprada por distribuidores de toda Europa, logre una audiencia masiva. Su trama argumental es ciertamente muy llamativa, una especie de brutal ajuste de cuentas, del tipo de los que han dado renombre internacional a Oliver Stone, Quentin Tarantino y a la pl¨¦yade de cineastas subordinados que siguen el rastro de su "est¨¦tica del tiro en la mica".
Pero los modos narrativos de Kitano son muy distintos, casi opuestos a los de esa avalancha de comercial sanguinario procedente de Estados Unidos y que ha prendido en el cine europeo. Su estilo de expresi¨®n de la violencia carece de efectismos y si e una l¨ªnea visual muy austera y despojada, cercana a la de los cl¨¢sicos del cine japon¨¦s, que fueron maestros en la representaci¨®n de las formas extremas de la violencia, pero con una sensibilidad y un juego de tiempos y de im¨¢genes que nada tiene que ver con el hoy tan de moda en Occidente. Fuegos de artificio tiene algo, por esa su escuela de procedencia, de compleja respuesta a las simplificaciones del tarantinismo y sus suced¨¢neos.
Babelia
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