Problemas en el centro del campo
La variante. En el primer tiempo del partido, el Madrid jug¨® de manera muy inteligente. Asegur¨® la posesi¨®n del bal¨®n, jugando principalmente en corto, para llevar la iniciativa y marcar el ritmo que m¨¢s le interesaba, utilizando la variante del pase largo cuando la l¨ªnea defensiva del Salamanca sal¨ªa a presionar. Por esta v¨ªa llegaron los dos goles en dos extraordinarios pases de Fernando Hierro.Una losa. El primer gol de Morientes cay¨® como una losa en el ¨¢nimo del Salamanca, el segundo, minutos despu¨¦s, acab¨® con la poca confianza que le quedaba. Hasta este momento hab¨ªa tratado al Madrid sin complejos, despu¨¦s fue incapaz de inquietarle. Con un disparo lejano de Pauleta, que detuvo bien Ca?izares, se fue al descanso a recuperar el aliento y los criterios de los primeros minutos.
El fallo. Pauleta err¨® la oportunidad del penalti para meter a su equipo en el partido con m¨¢s posibilidades. Tuvo sus mejores opciones motivadas por la relajaci¨®n del Madrid en la presi¨®n por el centro. Las llegadas al ¨¢rea se hicieron asiduas pero no acert¨® a superar a un inspirado Ca?izares, providencial al detener el penalti que el ¨¢rbitro pit¨® Ra¨²l.
Recuperar el dominio. Cuando tras el descanso el Madrid comenz¨® a tener problemas por el debilitamiento de su centro del campo, Heynckes realiz¨® tres cambios para fortalecerlo y recuperar el dominio del partido. Sacrific¨® a Morientes -autor de un extraordinario gol-, a Guti y a Ze Roberto, y sac¨® a Jaime para acompa?ar a Sanch¨ªs en tareas de recuperaci¨®n de balones, a Dani para servir de enlace entre el medio campo y Ra¨²l, y a Amavisca para oxigenar la banda izquierda.
Los millones. Es lo habitual. Cuando m¨¢s atascados est¨¢n los partidos, aparecen jugadores para aprovechar el m¨ªnimo despiste con su inspiraci¨®n y calidad para desatascarlos con grandes goles, como el que abri¨® el marcador. Son los millones. El Salamanca remat¨® sobre la porter¨ªa mucho m¨¢s que el Madrid. S¨®lo Pauleta lo hizo en ocho ocasiones. Morientes no necesit¨® tantas para marcar dos goles.
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