Kohl: "No hay altenativas"

El canciller alem¨¢n Helmut Kohl asegur¨® ayer que su Gobierno "har¨¢ todo lo que sea para que el euro llegue en la fecha prevista y para que sea una moneda estable". A?adi¨® que los criterios de estabilidad "no se discuten". "Tenemos grandes posibilidades de conseguirlo", agreg¨® Kohl al referirse a la introducci¨®n de la moneda ¨²nica respetando el calendario y los criterios fijados en el Tratado de Maastricht. "No hay alternativa", prosigui¨® ayer ante el Bundestag, la C¨¢mara Baja, -en el transcurso del debate sobre los Presupuestos para 1998.En esta misma idea insisti¨® el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Santer, quien afirm¨® en Bruselas que la moneda ¨²nica "ser¨¢ una realidad el 1 de enero de 1999", y que "un n¨²mero sustancial de Estados miembros participar¨¢" en ella desde el principio.

Senter, adem¨¢s, arremeti¨® contra las declaraciones "casi cotidianas" que contin¨²an sembrando dudas" y "asustando" a la opini¨®n p¨²blica y a los operadores econ¨®micos acerca de la solidez del euro o la fecha de su entrada en vigor. El presidente de la Comisi¨®n Europea calific¨® todas esas elucubraciones de "superfluas" e "irresponsables" y reiter¨® su convencimiento de que la UE ya ha alcanzado "el punto de no retorno" en su camino hacia la moneda ¨²nica.

En las ¨²ltimas semanas destacados dirigentes pol¨ªticos alemanes han venido cuestionando la llegada del euro en los plazos previstos por Maastricht. El primer ministro de Baviera, Edmund Stoiber, de la Uni¨®n Social Cristiana, principal asociado de la coalici¨®n gubernamental que encabeza Kohl, e incluso el presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, parecieron sumarse estos d¨ªas pasados al grupo de partidarios de retrasar el euro. Santer record¨® ayer que todas las decisiones importantes para la uni¨®n monetaria ya han sido tomadas -salvo la lista de pa¨ªses que participar¨¢n en el primer grupo- y asegur¨® que tambi¨¦n esta decisi¨®n crucial ser¨¢ tomada en el momento previsto, en la primavera de 1998.

Jacques Santer fue apoyado ayer en esta idea por los gobernadores de los bancos de Francia y de Suecia, Jean-Claude Trichet y Urban Baeckstroem, respectivamente, que en una declaraci¨®n conjunta afirmaron en Estocolmo que el euro entrar¨¢ en 1999, conforme a las previsiones oficiales.