Medio siglo de "La tercera resignaci¨®n"

Hace medio siglo, exactamente el 13 de septiembre de 1947, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, entonces un joven periodista, pudo contarles alborozado a sus amigos que acababa de salir su primera obra de ficci¨®n. Era un cuento titulado La tercera resignaci¨®n y, con ilustraciones de Enrique Grau, hab¨ªa sido publicado a seis columnas en un espacio dedicado a j¨®venes escritores del suplemento Fin de Semana que dirig¨ªa Eduardo Zalamea Borda en el diario El Espectador, de Bogot¨¢.Esta semana, el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown que dirige Arturo Valenzuela conmemora aquel acontecimiento. El festejo lo apoya la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), cuyo secretario general es el ex presidente colombiano C¨¦sar Gaviria.

En el acto central del homenaje, la tertulia p¨²blica de los amigos de Gabo, todas las intervenciones fueron en castellano, la lengua que comparte con el ingl¨¦s el dominio de las Am¨¦ricas -EE UU incluido- y a la que Garc¨ªa M¨¢rquez lleva medio lustro sac¨¢ndole brillo caribe?o.

Betancur rememor¨® jocosamente la provocativa intervenci¨®n de Gabo en el ¨²ltimo congreso de la lengua espa?ola en Zapatecas (M¨¦xico) predicando la "jubilaci¨®n de la ortograf¨ªa". Pero Cebri¨¢n tambi¨¦n record¨® que, en los tiempos en que enviaba por t¨¦lex sus art¨ªculos a EL PA?S, Gabo velaba personalmente para que no hubiera el menor error, "ni tan siquiera un acento o un signo de puntuaci¨®n".

Garc¨ªa M¨¢rquez cuenta que se anim¨® a escribir La tercera resignaci¨®n despu¨¦s de leer La Metamorf¨®sis de Kafka. El cuento trata de un " muerto viviente", un ni?o que fallece de fiebres tifoideas, pero queda suspendido en un estado entre la vida y la muerte durante muchos a?os. En ese tiempo sufre la terrible angustia de que lo entierren vivo mientras se va convirtiendo en un ser cada vez m¨¢s abstracto e incorp¨®reo.