Elogio de los aficionados
La ciencia, como el sexo, no es patrimonio de los profesionales. Casi toda la ciencia cl¨¢sica fue obra de aficionados. Todav¨ªa en el siglo XIX el monje Gregor Mendel fundaba la gen¨¦tica mientras se entregaba a su hobby bot¨¢nico, cultivando y cruzando guisantes de diversos tipos en el huerto del convento. Los profesionales no le hicieron el menor caso, y sus leyes tuvieron que ser redescubiertas en 1900 por De Vries.Albert Einstein, empleado de la oficina de patentes de Berna y alejado de toda instituci¨®n acad¨¦mica, daba vueltas en su cabeza a los problemas de la f¨ªsica de su tiempo. El annus mirabilis 1905 descubri¨® el efecto fotoel¨¦ctrico (por el que recibir¨ªa el Premio Nobel), explic¨® el movimiento browniano e invent¨® la teor¨ªa especial de la relatividad. Incluso despu¨¦s de haber publicado estos resultados, todav¨ªa tendr¨ªa que esperar cuatro a?os m¨¢s para que alguien le ofreciese una modesta posici¨®n universitaria.
Jane Goodall y Jordi Sabater Pi descubrieron la cultura de los chimpanc¨¦s cuando a¨²n carec¨ªan de estudios. En 1952 el arquitecto brit¨¢nico Michael Ventris, cript¨®grafo aficionado, descifr¨® la escritura lineal B, abriendo para la historia varios siglos de cultura griega prehom¨¦rica.
Incluso en un campo tan dependiente de costosas instalaciones como la astronom¨ªa, los aficionados juegan un gran papel. En 1993 el astr¨®nomo aficionado gallego Francisco Garc¨ªa D¨ªez descubri¨® la supernova m¨¢s brillante vista en el hemisferio norte en los ¨²ltimos 23 a?os (SN 1993J). En enero de 1996 el aficionado japon¨¦s Hyakutake Yuji descubri¨® el brillante cometa que lleva su nombre (C 1996B2). Una vez comunicado su hallazgo, el cometa fue objeto de intenso seguimiento por los astr¨®nomos profesionales de todo el mundo. El cometa HaleBopp fue descubierto simult¨¢neamente por un profesional (Hale) y por un aficionado de Arizona, Thomas Bopp.
El astr¨®nomo Joe Patterson (de la Universidad de Columbia) mantiene desde 1991 una fecunda relaci¨®n de cooperaci¨®n cient¨ªfica con un grupo de unos 30 aficionados serios de todo el mundo, que est¨¢n contribuyendo eficazmente al estudio de los sistemas binarios de variables catacl¨ªsmicas, en los que una enana blanca, m¨¢s peque?a y densa, atrae hidr¨®geno y otros materiales de su cercana compa?era, m¨¢s grande y menos densa. La materia as¨ª atra¨ªda va cayendo hacia la enana blanca siguiendo una trayectoria espiral que forma un disco de acreci¨®n el¨ªptico.
Estos sistemas pueden servir de modelo para entender la formaci¨®n de sistemas solares o los procesos que tienen lugar en el centro de muchas galaxias, donde un agujero negro atrae grandes cantidades de materia circundante. Estudiar el funcionamiento de las variables catacl¨ªsmicas requiere reconstruir sus trayectorias en el tiempo a base de m¨²ltiples registros espectrosc¨®picos, que indican los cambios en su velocidad radial respecto a nosotros. Coleccionar tales datos de m¨²ltiples sistemas binarios variables requerir¨ªa mucho m¨¢s tiempo de observaci¨®n del que ning¨²n astr¨®nomo recibe en los grandes observatorios, donde la competici¨®n por el escaso tiempo disponible es enorme. Joe Patterson ha solucionado el problema sugiriendo a diversos aficionados que observen los sistemas que ¨¦l les indica, y analizando luego sus resultados. As¨ª los aficionados -que disponen de equipos peque?os pero sofisticados pueden registrar cientos de datos cada noche, y unir sus nombres al de Patterson en los art¨ªculos que ¨¦ste escribe.
Lector aficionado: no renuncies a participar en la fiesta de la ciencia por falta de t¨ªtulos o escalafones. Deja que la chispa del saber prenda en la yesca de tu curiosidad y encienda en ti el fuego sagrado del gozo intelectual.
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