El Bar?a reacciona a destiempo
El equipo azulgrana pasa de encajar una goleada a una derrota m¨ªnima
El Bar?a volvi¨® a quemar sus naves en Inglaterra. El Newcastle lo desfigur¨® en menos de 50 minutos con tres goles del colombiano Tino Asprilla. Volvi¨® a sufrir el Bar?a un martirio en las Islas, donde no gana desde 1960. El sistema en gestaci¨®n de Van Gaal demostr¨® tanto su vulnerabilidad como su facilidad para pasar de ,un extremo al otro por un qu¨ªtame all¨¢ un par de retoques. El Bar?a agoniz¨® por momentos y, cuando ya hab¨ªa escrito su propio epitafio, resucit¨® y dej¨® a tiro de piedra la remontada. Todo en el Barca de ayer fue may¨²sculo pero los efectos de. su deplorable discurso inicial superaron todav¨ªa a una reacci¨®n tard¨ªa en la medida en que permiti¨® que Asprilla martilleara los clavos del ata¨²d. Una reacci¨®n, que para mayor escarnio, dej¨® en evidencia la relatividad del talento del grupo de Kevin Dalglish, que ni siquiera tuvo que echar de menos a su estrella convaleciente, Alan Shearer.El libro de Van Gaal lleg¨® ayer a un cap¨ªtulo en chino que no tuvo quien lo tradujera. El t¨¦cnico movi¨® una pieza y el grupo se derrumb¨® como un castillo de naipes. Dugarry se qued¨® en el banco y el regreso de Amunike al equipo hizo que Rivaldo pasara de la banda izquierda hacia el centro para ponerse a rebuf¨® de Anderson. Un s¨®lo cambio desfigur¨® al Bar?a que derrot¨® al Deportivo y que m¨¢s le hab¨ªa gustado a Van Gaal, seg¨²n su confesi¨®n. El cortocircuito dej¨® inerme al Barca, que empez¨® perdiendo la batalla del centro, prosigui¨® entregando armas en el uno contra uno y rompi¨® algunos de sus dogmas como la previsible superioridad de Nadal sobre Asprilla por alto o la de Sergi por piernas ante Gillespie. Para m¨¢s detalles, ver el tercer tanto del Newcastle.
La ausencia de Dugarry dej¨® desierto el centro del campo. De la Pe?a qued¨® a merced de una desbandada permanente. No hab¨ªa quien sujetara ni la salida al contragolpe ni el fluido di¨¢logo de Asprilla con la segunda l¨ªnea ofensiva del Newcastle. Rivaldo no supo ni c¨®mo conectar con un Anderson fuera de foco en todas las acciones ni c¨®mo ganar los m¨ªnimos espacios para dar rienda suelta a la superioridad de su toque.
El desbarajuste en las marcas lleg¨® a degenerar en discusi¨®n entre los propios jugadores del Bar?a. Hab¨ªan transcurrido 20 minutos y Luis Enrique y Reiziger todav¨ªa no se hab¨ªan puesto de acuerdo en quien tapaba la irrupciones de Barnes, Beresford y Tomasson de la misma f¨®rma que De la Pe?a tard¨® en elegir entre Batty o Lee. Al final lo hizo por este ¨²ltimo que a punto estuvo de sacarlo del partido. No le dio respiro el jugador ingl¨¦s y cuando saltaron chispas Lo Pelat roz¨® la expulsi¨®n que la marruller¨ªa de Lee hubiera merecido por un manotazo de los que el ¨¢rbitro no suele ver. Entre una cosa y otra, entre que Beresford fren¨® a Figo y no hubo quien se encargara de someter a Asprilla ni de resolver el crucigrama planteado por Lee, Barnes y Gillespie en el centro del campo, el derrumbe del Barca adquiri¨® dimensiones de cat¨¢strofe.
Van Gaal ech¨® mano de Ciric para sentar a Amunike tras el descanso. Con eso, el relevo de Anderson por un Dugarry m¨¢s pele¨®n e incisivo y el desfondamiento del Newcastle el Bar?a hizo suya la ¨²ltima media hora. Rivaldo empez¨® a encontrar metros y aplomo para el desaf¨ªo individual, Figo se sinti¨® m¨¢s c¨®modo sin Beresford a la espalda y De la Pe?a, con el Newcastle metido en su cueva, administr¨® a discreci¨®n. El Barcelona amonton¨® las ocasiones, marc¨® dos goles, hizo un palo y oblig¨® a trabajar a destajo a Given. Todo demasiado tarde. Todo con la desesperaci¨®n en el cuerpo. Todo cuando sus jugadores, y es de suponer que Van Gaal el primero, ya se hab¨ªan maldecido a s¨ª mismos por sus errores de los primeros 50 minutos.
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