Capitalismo en territorio marxista
Es la primera vez que en sus poco m¨¢s de 50 a?os de existencia el FMI y el Banco Mundial celebran sus reuniones anuales en suelo chino. Si bien se trata de Hong Kong, la antigua colonia brit¨¢nica devuelta a China hace dos meses y medio, cuya potente sociedad capitalista sigue aparentemente igual que antes del traspaso, los contrastes son evidentes.Para los 16.000 participantes en la asamblea, en su mayor¨ªa ministros, altos funcionarios y poderosos, ejecutivos y banqueros de los 181 pa¨ªses miembros de las dos instituciones, estas reuniones brindan la oportunidad de comprobar in situ si el Gobierno marxista de Pek¨ªn est¨¢ respetando su compromiso de mantener la libertad econ¨®mica y financiera de Hong Kong y su autonom¨ªa en todos los aspectos menos en lo relativo a defensa y pol¨ªtica exterior.
Es tambi¨¦n una ocasi¨®n para ver si se mantienen algunas de las libertades civiles en la antigua colonia. Varias organizaciones locales, en representaci¨®n de los trabajadores, han anunciado que este domingo, d¨ªa en que se inaugura la asamblea, se manifestar¨¢n para protestar contra el aumento del desempleo y la escasa protecci¨®n social en China y Hong Kong.
Dos reivindicaciones para dos sistemas muy distintos. Mientras el llamado "capitalismo social" de China se enfrenta a la ardua tarea de reestructurar sus gigantescas empresas p¨²blicas y reconvertir el sector agr¨ªcola, con la consecuente p¨¦rdida masiva de empleos, Hong Kong es el ejemplo del capitalismo extremo. Con una renta per c¨¢pita anual de 25.000 d¨®lares (3.750.000 pesetas), equiparable a la de Estados Unidos, la mitad de los 6,4 millones que pueblan el territorio vive en penosos edificios de protecci¨®n oficial y uno de cada siete ciudadanos subsiste por debajo del l¨ªmite de pobreza.
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