La nueva direcci¨®n del Partido, Comunista Chino apuesta por la reforma y el rejuvenecimiento

Los congresos comunistas chinos suelen proporcionar una carta de sorpresa en sus clausuras. Esta vez no fue excepci¨®n. La novedad la ha constituido la retirada del n¨²mero tres, Qiao Shi, el moderado presidente de la Asamblea Nacional Popular (ANP), que ha perdido influencia en la lucha contra Jiang Zemin, su rival de poder, aunque no ideol¨®gico. A la jubilaci¨®n de quien fue jefe de los servicios secretos hay que a?adir tambi¨¦n la del almirante Liu Huaqing, n¨²mero seis, el ¨²nico representante militar que hasta la fecha hab¨ªa en el seno del Comit¨¦ Permanente.

La jubilaci¨®n de ambos es interpretada como el refuerzo de la l¨ªnea tecnocr¨¢tica reformista que desde 1989 gu¨ªa Jiang Zemin y el deseo de ¨¦ste, de 71 a?os, de rejuvenecer los cuadros dirigentes.La televisi¨®n oficial daba ayer a conocer Uno por Lino los nombres de los 193 miembros permanentes y 151 suplentes que integran el Comit¨¦ Central del Partido Comunista Chino (PCCh) sin hacer m¨¢s comentarios. Aparece en la lista cerca de un 45%, de pol¨ªticos nuevos. El anciano Hua Guofeng, el hombre que sucedi¨® brevernente a Mao Zedon tras su muerte en 1976, hasta el ascenso de Den- Xiaoping un a?o m¨¢s tarde, contin¨²a. No as¨ª el general Yang Baibin, un jefe militar que adquiri¨® mucho poder tras los sucesos de Tiananmen en 1989. En las pr¨®ximas horas est¨¢ previsto que el ¨®rgano asambleario elija la veintena de componentes del Politbur¨®, as¨ª como el Comit¨¦ Permanente -el ¨®rgano, supremo del PCCh-, que se presentar¨¢ hoy en p¨²blico en el Gran Palacio del Pueblo.

Tanto Qiao Shi como el almirante Liu Huaqing han dejado de ser miembros del Comit¨¦. Es previsible que los otros cinco elementos de la ejecutiva liderada por Jiang contin¨²en, entre ellos el primer ministro, Li Peng, y su probable sucesor, el viceprimer ministro, Zhu Rongji, el impulsor de la reforma econ¨®mica desde 1991 y del plan para reestructurar el deficitario sector p¨²blico. Que no hubiera ning¨²n jefe militar en la ejecutiva supondr¨ªa una sorpresa.

Con la escenograf¨ªa comunista de los mejores tiempos -las banderas rojas, la hoz y el martillo, las urnas pintadas en rojo y las pancartas-, el c¨®nclave era clausurado a ¨²ltima hora de la ma?ana en el teatro del Gran Palacio. Una ceremonia breve, de apenas 15 minutos, que concluy¨® con la Internacional, con el Presidium del congreso y los 2.048 delegados en pie.

Curiosamente, el himno comunista no hab¨ªa sido tocado en la apertura, el pasado d¨ªa 12. En lo alto del escenario destacaba el sacrosanto lema congresual: "Mantener en alto la gran bandera de Deng de avanzar en la causa de la construcci¨®n del socialismo con caracter¨ªsticas chinas en el siglo XXI". Como una fotograf¨ªa del primer d¨ªa, en una mesa, estaban los l¨ªderes, incluido Qiac, Shi, con la misma enigm¨¢tica mirada de siempre detr¨¢s de. sus gafas oscuras. Los delegados hab¨ªan madrugado para votar con papeleta secreta la composici¨®n del Comit¨¦ Central.

"Este congreso ha sido el de la cohesi¨®n y uni¨®n del partido hacia el siglo XXV, dec¨ªa Jiang, interrumpido por aplausos que, como ya es costumbre entre los l¨ªderes chinos, ¨¦l mismo iniciaba. Jiang hac¨ªa un llamamiento al rejuvenecimiento y mejor preparaci¨®n intelectual del Partido, avanzando lo que la lista del nuevo Comit¨¦ Central luego ratificar¨ªa.