Gran frustraci¨®n del Real Madrid y Estudiantes en su estreno europeo

Fue el estreno m¨¢s frustrante. As¨ª podr¨ªa calificarse la primera aparici¨®n de los dos equipos madrile?os en la Euroliga de baloncesto. El debut no pudo adquirir un aspecto m¨¢s sombr¨ªo, quiz¨¢ atenuado en el caso de Estudiantes por la enjundia de su rival, pero que en lo tocante al Madrid admite de buena gana el adjetivo desesperante. S¨®lo el Bar?a, ante el Pau-Orthez, consigui¨® salir indemne del estreno.La derrota de Estudiantes, tal vez porque entraba dentro de la l¨®gica, no har¨¢ sangre. Pero otra cosa es c¨®mo se produjo. Nunca se sinti¨® a gusto y, lo que es a¨²n peor, nunca se sinti¨® ganador. "En ning¨²n momento nos lo llegamos a creer", se queja Pepu Hern¨¢ndez, el t¨¦cnico de un equipo que se sinti¨® enjaulado en la trama de Obradovic, y que no encontr¨® la salida en 40 minutos.

Una fugaz lectura de los n¨²meros empuja al desasosiego. Estudiantes perdi¨® todas las batallas, las corporales -33 rebotes contra 42- y las imaginativas -5 asistencias contra 12-. A veces, este tipo de panoramas se aclara con el acierto individual. Pero s¨®lo a veces. La tarjeta de Estudiantes en tiros de campo certifica que uno de cada tres se fue al limbo.

Dec¨ªa Obradovic que su presencia en Madrid a las primeras de cambio no dejaba de ser una broma de la fortuna. Y fortuna debi¨® de pensar que ten¨ªa el Madrid cuando supo que su debut le llevaba a Mosc¨², aunque s¨®lo sea por la paz que all¨ª se vive en comparaci¨®n con otros lugares. A los blancos les va a tocar viajar en esta primera fase a pa¨ªses como Turqu¨ªa, Grecia e Israel, lo que no deja de ser tres apariciones por el infierno. Quiz¨¢ por ello, en el Madrid se confiaba en esperar tiempos peores a la sombra de una victoria en Mosc¨².Estad¨ªsticas

Pero el Madrid cay¨® de bruces. No es f¨¢cil hacer la lectura de la derrota, sobre todo si se contemplan las estad¨ªsticas de la FIBA. Aseguran ¨¦stas, y lo hacen sin rubor, que el Madrid consigui¨® 28 canastas de 39 intentos, un porcentaje extraordinario; dicen tambi¨¦n que super¨® a su rival en rebotes (27 a 22) y, ah¨ª es nada, que Santos y compa?¨ªa se sacaron de la manga ?22 asistencias! No es broma. Es el para¨ªso llevado a una cancha de baloncesto.

Pero el Madrid cay¨®. Le ayud¨® sin duda, seg¨²n esas estad¨ªsticas, la p¨¦rdida de 25 balones. Evidentemente, esos disparates num¨¦ricos no explican la derrota. S¨ª lo hacen en cambio los 7 puntos de Bodiroga o los 11 de Herreros. S¨®lo Arlauckas, pese a estar cojo, se salv¨® de la quema. Estuvo 20 minutos en el parqu¨¦ y encest¨® sus ocho lanzamientos, lo cual s¨®lo sirvi¨® para preguntarse por el papel del resto del equipo en una derrota (90-77) tan inesperada como desesperante. El Madrid se dej¨® en Mosc¨², entre otras muchas cosas relacionadas con la autoestima, el cartel de favorito.