Liquidaci¨®n total

Almacenes Arias ha cerrado sus puertas. El pasado d¨ªa 11, el centro de la plaza del ?ngel presentaba expediente de crisis. Era el primero que se abri¨®, all¨¢ por el a?o 1948, y el ¨²ltimo que quedaba. 16 trabajadores, 15 mujeres y un hombre permanecen desde entonces, en horario de comercio, a las puertas del local acompa?ados de una pancarta que clama "Por el empleo" y "No al cierre de Arias". Son personas con una media de edad de 40 a?os, casi la mitad de ellos en la empresa.Mercedes L¨®pez, con 26 a?os de trabajo en la compa?¨ªa y representante sindical, explica: "Entr¨¦ a trabajar con 14 a?os. Me he pasado toda la vida aqu¨ª con horario de comercio y por tanto sin poder estudiar ni dedicarme a otra cosa, y ahora me encuentro con 40 a?os en un mercado terriblemente competitivo y sin empleo. ?Qu¨¦ puedo hacer? S¨®lo me he dedicado a esto. Aqu¨ª he hecho de todo: he llevado hasta el dinero de la n¨®mina en el metro y ahora podr¨ªan ser un poco m¨¢s espl¨¦ndidos. Nos ofrecen como indemnizaci¨®n ¨²nicamente lo que marca la ley, cuando todo lo que tienen se lo deben a la gente que ha trabajado para ellos". Se refiere a los 10 hermanos Arias propietarios de Saldos Arias, SA. "El padre los matar¨ªa si viera esto", a?ade en alusi¨®n al fundador de los almacenes, muerto en 1978.

En ellos se pod¨ªa comprar ropa de confecci¨®n y de hogar, menaje, marroquiner¨ªa y perfumer¨ªa, todo a precios asequibles y dirigidos fundamentalmente a la clase trabajadora, seg¨²n cuentan los empleados que sit¨²an su apogeo en los a?os setenta. Lleg¨® a haber m¨¢s de 300 trabajadores, con 12 centros en Madrid y otros 10 en provincias. El ¨²ltimo de ¨¦stos cerr¨® hace dos a?os en Zaragoza.

Todos los trabaladores coinciden en que la decadencia de la empresa se produce a ra¨ªz del incendio de la tienda de la calle de la Montera hace diez a?os. As¨ª lo manifiesta Isabel Mascaraque, de 42 a?os, 28 en la empresa y representante sindical: "Despu¨¦s del incendio no sabemos qu¨¦ hicieron con el dinero del seguro y de la venta del solar, no sabemos en qu¨¦ lo invirtieron. Lo que est¨¢ claro es que no se preocuparon de modernizar las tiendas y las han ido cerrando progresivamente. Las ¨²ltimas han sido las de Bravo Murillo, Don Ram¨®n de la Cruz y L¨®pez de Hoyos".

La mayor¨ªa de estos empleados han pasado por varios centros, incluido el siniestrado en Montera. "La clientela ha sido fiel, pero la hemos echado", a?ade Mascaraque. "Ya no hab¨ªa existencias, apenas nada que vender", explica Cristina Bernab¨¦, de 42 a?os y 24 en la empresa.

Isabel Mascaraque resalta la impotencia que sienten: "Hace 10 a?os hubi¨¦ramos hecho algo, pero ahora, con 40 a?os y sin saber hacer otra cosa...". Critican que los due?os no han invertido nada desde entonces y que han dejado morir las tiendas mientras creaban otra empresa al margen de Almacenes Arias.

Por su parte, uno de los propietarios, Alejandro Arias, no quiso hacer declaraciones a este peri¨®dico; se limit¨® a manifestar: "Demasiado triste para decir algo".