El BAM congrega a 20.000 personas en el primer d¨ªa de las fiestas de la Merc¨¦
Barcelona alberg¨® todo tipo de m¨²sicas en sus plazas
La fiesta mayor barcelonesa comenz¨® con el mismo signo caracter¨ªstico de a?os anteriores: el aluvi¨®n humano como n¨²cleo de cualquier actividad musical. A las 21.30 horas del viernes se iniciaron las actuaciones del BAM (Barcelona Acci¨® Musical) en la abarro tada plaza del Rei, con L¨ªda Pujol y S¨ªlvia Comes. El d¨²o barcelon¨¦s se impuso desde el principio y con sigui¨® el silencio, transmitiendo su mensaje que, sin ser f¨¢cil, es de los m¨¢s cercanos de la actual escena. Tras las dos barcelonesas el cantautor franc¨¦s Dominique A ocup¨® el escenario en solitario al tiempo que en la vecina plaza de la Catedral Enrique Morente iniciaba su ambicioso Oratorio flamenco. La plaza ofrec¨ªa un aspecto inmejorable: llena de un p¨²blico que tambi¨¦n sab¨ªa lo que iba a o¨ªr y jale¨® a Morente con entusiasmo. Para la presentaci¨®n barcelonesa de su Oratorio, una revisi¨®n de su anterior Misa, el cantaor reuni¨® un grupo de aut¨¦ntica excepci¨®n: desde el pianista Chano Dom¨ªnguez o el guitarrista Paquete (de La Barber¨ªa del Sur) hasta las voces de Ginesa Ortega o Miguel P¨®veda pasando por el coro Lied C¨¢mera. La fachada de la catedral retumb¨® con los cantos de un Morente en vena, pero muchos detalles de la obra se perdieron en la magnitud del escenario.Al brit¨¢nico Billy Bragg, en cambio, la plaza del Rei le vino como un guante. A la medianoche el cantautor de la izquierda brit¨¢nica subi¨® al escenario armado, simplemente con una guitarra el¨¦ctrica de color verde y ofreci¨® un concierto intenso, directo y lleno de matices. Al mismo tiempo, en la plaza Re¨ªal, Diabolugum dejaban paso al reggae de Winston Jarret. Entretanto, el Moll de la Fusta ten¨ªa sus tres escenarios medianamente concurridos. Pasada la medianoche los franceses Sha? No Sha? encandilaron a base de una voz cristalina y femenina, viol¨ªn, guitarra , y bater¨ªa tocada tenuemente. Pasadas las 02.00 horas despidi¨® la noche Amparanoia, cuya musica de bar cerr¨® las barras al concluir el concierto. Suerte, que a¨²n quedaba reggae.
Con todo, los m¨¢s, contentos eran los espectadores que siguieron en la plaza Reial los conciertos de Ethiopians y Mighty D¨ªamonds. Y a¨²n quedaba el techno. A, las cuatro de la ma?ana la estaci¨®n de Francia ya ten¨ªa el acceso restringido de tanto bailongo danzando en su interior. La brit¨¢nica Nicolette, hab¨ªa comenzado la noche haciendo soul envuelto en microchip, admin¨ªculo, que tambi¨¦n fue requerido por el d¨²o Spring Heel Jack para saturar t¨ªmpanos con su drum & bass. A todo esto la estaci¨®n retumbaba cosa fina, haciendo de la correcta audici¨®n una verdadera quimera.
Babelia
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