El ex vicepresidente dice que se trata de un "montaje pol¨ªtico" de Aznar y Ruiz-Mateos

Alfonso Guerra sali¨® del Supremo por la puerta principal y provoc¨® un peque?o terremoto entre los periodistas que le esperaban en una puerta lateral. Los polic¨ªas consiguieron abrirle un c¨ªrculo en torno a las c¨¢maras, desde el que declar¨®: "Mi presencia aqu¨ª se debe a un pacto pol¨ªtico entre dos Jos¨¦ Mar¨ªas: Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos". Guerra destac¨® que el sentido de ese pacto era que fueran al Supremo a declarar "dos personas que no tienen nada que ver con el asunto". "Estoy convencido de que el PSOE ha tenido una financiaci¨®n regular. Lo que hay es un montaje pol¨ªtico entre el PP y el se?or Ruiz-Mateos", a?adi¨®.Terminaba as¨ª la jornada m¨¢s convulsa del caso Filesa, que se inici¨® con la llegada, sobre las nueve de la ma?ana, con hora y media de antelaci¨®n, de Guerra al Supremo. Esper¨® a resguardo de los informadores en unas dependencias contiguas al Sal¨®n de Plenos del alto tribunal ,donde se desarrollan el juicio. Felipe Gonz¨¢lez lleg¨® sobre las diez, a bordo de un Renault Safrane oscuro que se detuvo ante la puerta principal. Ni uno ni otro se dejaron ver antes de hacer su entrada en la sala de juicio.

La presencia de los dos dirigentes socialistas origin¨® el reforzamiento de las medidas de seguridad del Palacio de Justicia, en prevenci¨®n de incidentes con familiares de Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos, presente en la antesala y rodeado de hijos, abogados, y simpatizantes. El empresario acapar¨® la atenci¨®n de los agentes de seguridad y dos polic¨ªas nacionales permanecieron en el interior de la Sala a pocos metros de donde se sentaba el ex propietario de Rumasa.

Gonz¨¢lez y Guerra entraron por la misma puerta principal del sal¨®n por la que han entrado hasta ahora todos los testigos, en vez de por la que hay detr¨¢s del tribunal, que se comunica con las dependencias en las que ambos permanecieron antes del inicio de la sesi¨®n."Un ciudadano normal"

Al t¨¦rmino de su declaraci¨®n testifical, el l¨ªder socialista hizo una breve manifestaci¨®n acerca de su comparecencia:"Soy un ciudadano normal, pero tengo una diferencia respecto de algunos, y es que tengo la conciencia tranquila", dijo a los informadores.

Acto seguido, el ex presidente fue introducido en unas dependencias pr¨®ximas, que pertenecen a la presidencia del Supremo y en las que Guerra aguardaba su turno. Gonz¨¢lez se dirigi¨® mec¨¢nicamente hacia ¨¦l para saludarle, pero antes de estrecharle la mano se detuvo: "?Oye! Que no me dejan hablar contigo; que me han dicho que est¨¢ prohibido".

El ex presidente del Gobierno se refer¨ªa a la prohibici¨®n de que los testigos entren en contacto entre s¨ª despu¨¦s de la declaraci¨®n de uno y antes de que comparezca el otro para evitar la concordancia de testimonios. Para evitar suspicacias, Guerra fue conducido a unas antiguas dependencias del Colegio de Abogados de Madrid hasta que Gonz¨¢lez sali¨® del palacio.