El escolta de Diana confirma que les sigui¨® un coche blanco
El guardaespaldas de la princesa Diana de Gales, el brit¨¢nico Trevor Rees-Jones, ha confirmado al juez Herv¨¦ St¨¦phan que fue "Dodi Fayed quien llam¨® a monsieur Paul para que fuese ¨¦l quien nos condujese desde la puerta de atr¨¢s del hotel". La estratagema ten¨ªa como objeto escapar a las c¨¢maras de los fot¨®grafos, la mayor¨ªa de los cuales estaban apostados en la puerta principal del Ritz. "Yo hab¨ªa previsto salir con dos coches, pero Dodi prefiri¨® cambiar de plan".De momento, Trevor Rees-Jones no es capaz de recordar m¨¢s all¨¢ del momento en que el Mercedes, con Henri Paul al volante, se lanz¨® a toda velocidad por las calles de Par¨ªs. Eso hace que no haya podido ni confirmar ni desmentir la hip¨®tesis de un primer choque entre el coche en el que viajaba Diana y un Fiat Uno, pero en cambio s¨ª ha hablado de que eran seguidos "por dos motos y un coche". Sobre ¨¦ste ha dicho que "era de color blanco y el maletero de atr¨¢s se abr¨ªa", un recuerdo que parece sugerir la presencia oculta de un paparazzi. La persecuci¨®n "empez¨® desde la salida del Hotel Ritz".
Los cristales encontrados a pocos metros (60) del lugar del accidente demuestran que un coche de la marca italiana rompi¨® uno de sus faros en aquella zona, pero nada prueba que fuese contra la carrocer¨ªa del Mercedes. En todo caso, se sabe que la polic¨ªa francesa est¨¢ analizando tambi¨¦n algunos rastros de pintura hallados en el aler¨®n derecho delantero del Mercedes, rastros que podr¨ªan ratificar la hip¨®tesis del choque previo y orientar con m¨¢s precisi¨®n o seguridad sobre el modelo de coche implicado y su color.Versiones contradictorias
Los interrogatorios de los diversos testigos presenciales del choque han facilitado hasta ahora versiones contradictorias. En la mayor¨ªa de los casos nadie ha hablado del segundo coche, pero s¨ª lo hizo una pareja que ya hab¨ªa atravesado el t¨²nel de Alma cuando el Mercedes se empotr¨® en su decimotercer pilar. Su testimonio parec¨ªa poco fiable porque el relato depend¨ªa de lo visto a trav¨¦s del retrovisor y fue formulado varias horas despu¨¦s de los hechos, cuando la indignaci¨®n popular contra los fot¨®grafos -a¨²n se desconoc¨ªa el grado del alcoholemia del chofer-, los hab¨ªa convertido en chivos expiatorios ideales del dolor popular.
El juez Herv¨¦ Stephan ha tenido que esperar tres semanas para poder interrogar al guardaespaldas, que no s¨®lo se estaba recuperando del traumatismo causado por el choque, sino tambi¨¦n de las varias intervenciones de que ha sido objeto por parte de los cirujanos, destinadas a reconstruirle el rostro. Desde un primer momento se temi¨® que el choque y las sucesivas operaciones hubiesen podido borrar de la memoria de Rees-Jones todo lo ocurrido minutos antes y despu¨¦s del choque contra el pilar del t¨²nel de Alma que cost¨® la vida a Diana y Dodi Fayed.
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