Juego de parejas, juego de querencias

Qu¨ªmica, compatibilidad y comodidad. Los dos capitanes, Tom Kite y Severiano Ballesteros, se pasan estos d¨ªas haciendo combinaciones. En teor¨ªa deber¨ªa ser f¨¢cil, un problema de contabilidad en todo caso -32 casillas en blanco para los 16 enfrentamientos por parejas y 12 nombres para rellenarlas- en teor¨ªa, cada jugador disputar¨ªa 2,6 partidos de cuatro posibles-, pero la cosa se complica: algunos jugadores son insustituibles y jugar¨¢n los cuatro partidos por parejas. Eso disminuye las posibilidades de otros, con lo que entra en liza otro problema: mantener animados a los que no juegan para que entren dispuestos a comerse el mundo en la competici¨®n del domingo, el d¨ªa clave, 12 contra 12 en duelo singular. As¨ª que los capitanes procuran armarse de claves. Necesitan formar parejas que no s¨®lo se lleven bien, sino que tambi¨¦n tengan juegos compatibles. Para m¨¢s complicaci¨®n, deber¨¢n usar el mismo tipo de bola habitualmente. Pero lo fundamental es la qu¨ªmica. Y de eso sabe mucho Ballesteros, que form¨® una pareja casi imbatible con Olaz¨¢bal en varias Ryder."Va a resultarme muy dif¨ªcil, casi imposible, encontrarme tan c¨®modo con otro jugador", dice Olaz¨¢bal. "Nos un¨ªa mucho el hecho de que la forma que ten¨ªamos ambos de jugar al golf era muy parecida, ve¨ªamos los golpes de la misma manera. No hay que olvidar que conoc¨ª a Seve cuando ten¨ªa 15 a?os, y siempre he tenido una relaci¨®n muy buena con ¨¦l".

"Creo que mis 12 jugadores son todos muy buenos", dice. "Mi mayor preocupaci¨®n es que est¨¦n todos relajados, tranquilos uno con otro y vinculados emocionalmente". Es f¨¢cil hacerlo, pero m¨¢s dif¨ªcil saberlo. Hay amistades que saltan a la vista. "Todos los d¨ªas tenemos reuniones", dice Olaz¨¢bal. "Seve da confianza a todos y habla much¨ªsimo con nosotros; y nosotros intentamos darle ideas, combinaciones, y decirle c¨®mo estamos". As¨ª, el ¨²nico m¨¦todo de resolver el problema es el di¨¢logo. Lo dice Ballesteros: "He preguntado a los jugadores por la qu¨ªmica que hay entre ellos. Y, por si acaso, yo tambi¨¦n estoy atento a c¨®mo se hablan, c¨®mo se miran unos a otros". Seguramente, Ballesteros habr¨¢ notado por los entrenamientos y las convivencias, lo bien que se siente Olaz¨¢bal con Rocca, o Westwood con Faldo, o Parnevik con Johansson. Y habr¨¢ visto tambi¨¦n que la pareja (Olaz¨¢bal-Garrido) es pr¨¢cticamente imposible por la enorme presi¨®n que deber¨ªan soportar.

En Estados Unidos las cosas son parecidas. Cada jugador le ha dicho a Kite con qui¨¦n le gustar¨ªa jugar. Y ya parece que el capit¨¢n ha aceptado la petici¨®n de Woods de jugar con Love. Por algo se empieza en busca de las combinaciones explosivas.