Empuje y contenci¨®n

De menos a m¨¢s. El Betis fue de menos a m¨¢s. En los primeros compases del partido tuvo muchas dificultades para profundizar. Se encontr¨® las bandas muy bien taponadas, y tard¨®, en reponerse del gol de Gonz¨¢lez, que no debi¨® subir al marcador por fuera de juego. Tras esta fase de estancamiento y favorecido por el excesivo repliegue del Oviedo entr¨® en una fase de gran nivel. Orden. El Oviedo se defendi¨® de forma muyordenada, trabajando bien la zona. Mantuvopoca-distancia entre sus l¨ªneas y bascul¨® muybien hacia el lado por donde circulaba el bal¨®n. Para, contrarrestar la fuerte presi¨®n ejercida por el Betis, emple¨® fundamentalmente elpase corto, con pocos toques para posteriormente buscar en profundidad a sus puntas.Fruto de una de estas acciones vino el gol deJuan Gonz¨¢lez. En el ¨²ltimo cuarto de hora dela primera parte, cedi¨® terreno ante el empuje b¨¦tico, y fue cuando le llegaron los problemas.

Falta de continuidad. Cuando explosionaron Jarni y Finidi el juego del Betis adquiri¨® fluidez y peligrosidad. Los centros desde la l¨ªnea de fondo le dieron el empate y las ocasiones m¨¢s claras. Acusado de bajo rendimiento hasta ahora, el nigeriano realiz¨® un buen partido aunque se fue apagando. Las participaciones de Jarni son m¨¢s espor¨¢dicas pero igual de fruct¨ªferas. Les falt¨® continuidad en la segunda mitad.

Conformismo. Tras el descanso, Tabarez meti¨® a Iv¨¢n Iglesias, para jugar en una zona intermedia, entre el centro del campo y el ataque. Quiso con ello neutralizar, la superioridad, tanto de hombres como de juego, que hab¨ªa tenido el Betis en el medio campo en la ¨²ltima fase de la primera mitad. Esta modificaci¨®n pudo haber permitido la incorporaci¨®n de centrocampistas al ataque, pero el Oviedo se manifest¨® como un equipo conformista y poco ambicioso, lo que le pudo costar el partido.