La Ryder se queda en Europa

Fue una soberana lecci¨®n: Europa puso el talento y Estados Unidos se trag¨® la estad¨ªstica. Europa rompi¨® todos los pron¨®sticos y Estados Unidos (con Tiger Woods a la cabeza) se llev¨® la decepci¨®n del a?o. Total: 14,5 a 13,5, un marcador que no lo dice todo, salvo que Europa, el equipo que juntaba a 12 hombres de seis nacionalidades, sigue en posesi¨®n de la Ryder Cup, el torneo de golf m¨¢s prestigioso del mundo, un torneo ¨²nico, un torneo que ser¨¢ inolvidable para muchos por el mero hecho de que se jug¨® en Espa?a. Un equipo formado por individuos de seis nacionalidades, agrupados bajouna bandera de dise?o, sin himno nacional, jugaron con m¨¢s coraz¨®n y empe?o que sus rivales norteamericanos, sus barras y estrellas, su mano en el pecho al o¨ªr el himno nacional. La Copa Ryder fue un aut¨¦ntico espect¨¢culo, tan jugoso como para permitir varias interpretaciones:la de unos jugadores multimillonarios que no se jugaban un d¨®lar, la de unos deportistas acostumbrados al individualismo m¨¢s feroz obligados a vivir tres d¨ªas en un ambiente de compa?erismo, la del golf convertido en un deporte donde las multitudes pod¨ªan expresarse abiertamente,

la de c¨®mo suecos, brit¨¢nicos, italianos, espa?oles, daneses e irlandeses pueden formar equipo, hacer equipo, y actuar bajo una misma bandera. Y luego interpretaciones sobre la qu¨ªmica, sobre personalidades contrapuestas pero compatibles, o al contrario. Hubo un juego ajedrec¨ªstico a la hora de combinar parejas en el que Ballesteros fue un aut¨¦ntico maestro.

Y hubo emoci¨®n, en un domingo apretado, con los norteamericanos buscando la remontada. Fue a las seis de la tarde cuando se produjo el medio punto que daba a Europa la victoria, obra de Colin Montgomerie.