"Vai Costantino ,vai grande campione"

"Eres un monstruo, le has ganado al moreno". Apenas pod¨ªa o¨ªr esas palabras dichas por su amigo Olaz¨¢bal. Rocca estaba en otro mundo. Apenas tampoco sinti¨® en su mejilla el beso delicado de, su afanoso caddie. Ni los abrazos de todo el que se acercaba, de Ballesteros o de Jim¨¦nez; o los gritos de su mujer, Antonella, desbocada por el c¨¦sped y el barrizal que rodeaba el green del 16. Quer¨ªa. disfrutar ¨ªntimamente del momento m¨¢s glorioso de su carrera. ?l, un hom-bret¨®n de 40 a?os, el prototipo de italiano, gracioso, ocurrente, estaba aguantando las l¨¢grimas, pero preparado para el asalto de sus fans, una cuadrilla m¨¢s futbolera que otra cosa, de esas que saltan las vallas, y las cuerdas, liderada -por un imponente gordo con la bandera italiana al viento. "Rocky Rocca", dec¨ªa en su camiseta. Rocca estaba en su mundo. Acababa de ganar al Tigre, al n¨²mero uno.

Costantino Rocca, el golfista bergamasco, tuvo una desgracia que no podr¨¢ olvidar all¨¢ por el mes, de

abril. Fue en el Masters de Augusta. All¨ª le asignaron, el peor papel. Le toc¨® hacer de telonero en el gran lanzamiento mundial de la ¨²ltima s¨²per estrella del deporte, el Tigre Woods. Fue, como no pod¨ªa ser menos, un papel deslucido, pero ¨¦l, el que se hizo golfista en jornada partida con el trabajo en una f¨¢brica de pl¨¢sticos, actu¨® a la perfecci¨®n: desapareci¨® del ¨²ltimo partido del Masters, el que compart¨ªa con Woods por ir segundo, nada m¨¢s empezarlo. No sali¨® en ninguna fotografia del d¨ªa.

"Es lo m¨¢s grande que he hecho nunca", dec¨ªa Rocca, -el campe¨®n que dio una lecci¨®n de humildad, de golf, al mega campe¨®n. Tan grande fue la lecci¨®n que el Tigre, que ha tenido un pobre deb¨², acab¨® desarmado. "T¨ªrala donde quieras, a la tribuna o lo que sea", le dec¨ªa su caddie, el argentino Alex Moreno. "Le ganas de todas maneras". Lo resumi¨® el ¨²ltimo hincha, el que le pregunt¨® "?Tiger who?", para que Rocca no aguantara m¨¢s y soltara la gran carcajada, la del grande campione.