"Las acciones de venganza son necesarias
El sonido del beso reson¨® en Israel como un disparo. El mes pasado, todos los peri¨®dicos israel¨ªes reprodujeron la imagen de Abdel Aziz Rantisi, fundador de Ham¨¢s y uno de sus principales l¨ªderes, recibiendo en la mejilla un beso de Yasir Arafat."Fue un beso de rutina, no uno pol¨ªtico", declara Rantisi, un pediatra de 50 a?os, en su casa en Jan Younis, en el extremo sur de la banda de Gaza. "Era una conferencia sobre la unidad palestina. Arafat tambi¨¦n bes¨® a otros delegados".
Pero Rantisi sabe que hay m¨¢s que eso. Desde que en enero sali¨® de una c¨¢rcel israel¨ª -ha pasado nueve a?os de prisi¨®n y uno de deportaci¨®n en L¨ªbano- ha sido el l¨ªder de hecho de Ham¨¢s en los territorios ocupados. Y la distancia precisa entre Ham¨¢s y Arafat es la obsesi¨®n de Israel y de EE UU, porque es Ham¨¢s, con sus bombas suicidas, la que una y otra vez, desde 1994, ha determinado las relaciones entre israel¨ªes y palestinos.
Rantisi es r¨¢pido para rechazar -y esto est¨¢ aceptado por israel¨ªes y norteamericanos- que tenga conocimientos operativos sobre bombas suicidas. Pero es ¨¦l el que, en definitiva, decide si la campa?a de bombas contin¨²a o debe pararse. A pesar de la detenci¨®n de 70 miembros de Ham¨¢s en Gaza y Cisjordania, y la clausura de cl¨ªnicas y centros sociales de Ham¨¢s, debido a la insistencia de Israel y de EE UU, Rantisi deja claro que las bombas, a las que se refiere como "operaciones", continuar¨¢n.
Su justificaci¨®n para los -ataques suicidas es bastante simple. Dice que los palestinos y el mundo ¨¢rabe son ahora m¨¢s d¨¦biles que en cualquier otro momento de la historia. S¨®lo las bombas suicidas restablecen la balanza. "Cada palestino sabe que, sin acciones de Venganza, las matanzas como la de Hebr¨®n [cuando el colono israel¨ª Baruch Goldstein mat¨® a 29 musulmanes en una mezquita en 1994] ocurrir¨ªan m¨¢s a menudo".
Ham¨¢s est¨¢ bajo fuerte presi¨®n de la Autoridad Palestina (AP). Formado a comienzos de 1988, tuvo su origen en la Hermandad Musulmana y toda su red de colaboradores en las mezquitas y en las instituciones sociales isl¨¢micas. Israel sostiene que ¨¦stas forman "una infraestructura" de la que provienen los ¨²ltimos terroristas suicidas. En la ¨²ltima semana, Arafat ha cerrado 16 instituciones isl¨¢micas que socorr¨ªan a entre 50.000 y 60.000 pobres de Gaza.
"Est¨¢n destruyendo, la infraestructura, no de Ham¨¢s, sino del pueblo palestino". Rantisi no cree que esta nueva ofensiva da?e pol¨ªticamente a Ham¨¢s, y esto lo confirman observadores locales. "Hace un a?o mucha gente dijo a Ham¨¢s: 'Est¨¢is destruyendo nuestro futuro'. Ahora dicen: '?Qu¨¦ vamos a sacar de este rid¨ªculo proceso de paz?", opina un analista.
Es muy poco probable que Ham¨¢s abandone las bombas suicidas. S¨®lo hace falta un hombre que est¨¦ dispuesto a matarse y un m¨ªnimo de equipo, de entrenamiento y de apoyo militar. No se necesita la "infraestructura" que Israel insiste en que Arafat debe desmantelar. Y, como Rantisi apunta, en los poblados de Gaza y CisJordania hay miles de j¨®venes palestinos amargados que tienen pocos alicientes para vivir.
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