Barrera se salva de la quema

Jandilla ha vuelto a defraudar. Corrida floja, descastada, parada y muy desigual de presencia, algunos escurridos, aunque tap¨¢ndose con las astifinas cornamentas y otros con m¨¢s cuajo. Entre el quinto y el sexto hubo una diferencia de 135 kilos. Reses poco propicias para el lucimiento, pero no imposibles para demostrar recursos. En este sentido, Barrera se salv¨® de la quema. Responsable, sereno y torero, exprimi¨® a sus dos enemigos.El primero, manso en los primeros tercios, cambi¨® para bueno en la muleta y Barrera impuso su personal estilo con temple, quietud y ligaz¨®n. Crey¨® que un pinchazo hondo era suficiente y opt¨® por descabellar, lo que consigui¨® al tercer intento. El sobrero, flojo y mansurr¨®n, desparramaba la vista y acab¨® escarbando. Barrera se lo llev¨® a los medios y estuvo muy torero con ambas manos. El astado acab¨® refugiado en tablas, en donde Barrera todav¨ªa le extrajo muletazos, algunos muy lentos. Dif¨ªcil a la hora de matar, el diestro lo consigui¨® de pinchazo y media.

V¨ªctor Puerto ¨²nicamente brill¨® con el capote. Su primero fue muy protestado por su poca fuerza. Puerto lo mim¨® y abus¨® un poco de la paciencia del p¨²blico, insistiendo infructuosamente. El quinto fue un mastodonte que se ahog¨® en sus kilos, pero Puerto debi¨® esforzarse algo m¨¢s. Breve y con precauciones, su muleteo no agrad¨®.

Jos¨¦ Tom¨¢s, con alg¨²n destello de clase, estuvo desva¨ªdo y fr¨ªo toda la tarde, con un exceso de desarmes y enganchones ¨²nicamente dignos de menci¨®n unos naturales a su poco franco y prob¨®n primero. Pocos recursos y poco esfuerzo con el descastado sexto, que se quedaba corto y llevaba la cara alta. Tanto ¨¦l como Puerto fueron abroncados al despedirse.