En peligro el objetivo europeo

No hay alternativa real para Romano Prodi. Si la crisis de gobierno abre una etapa de incertidumbre pol¨ªtica en Italia con consecuencias impredecibles para las aspiraciones europeas del pa¨ªs, no es menos cierto que, si cede a las propuestas econ¨®micas de Fausto Bertinotti -calificada, por algunos como propuestas de econom¨ªa planificada a la sovi¨¦tica-, pondr¨¢ igualmente en peligro la capacidad de Italia de formar parte de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria en el grupo de cabeza en enero de 1991. Ayer mismo, en unas declaraciones al diario La Repubblica, el comisario europeo italiano Mario Monti advert¨ªa a Prodi del riesgo de ceder a las pretensiones de los neocomunistas.En lo que respecta a las pensiones, dec¨ªa Monti, "Prodi se ha comprometido ya con sus hom¨®logos europeos a efectuar, los recortes precisos -para estabilizar el peso del cap¨ªtulo social en el PIB-". En cuanto al aparentemente simple asunto del recorte de la jornada laboral de 40 a 35 horas semanales, tanto el comisario europeo como el presidente de la patronal, Giorgio Fossa, daban la voz de alarma. Una medida as¨ª podr¨ªa provocar rigidez en el mercado laboral en un momento particularmente delicado como es el de la puesta en marcha del euro.

A juzgar por la respuesta de Bertinotti, no parece que Prodi haya extremado su generosidad con los neocomunistas. Sus contrapropuestas han sido desestimadas y ahora el riesgo se centra en la propia supervivencia del Gobierno. Haciendo balance de 500 d¨ªas de gobierno del Olivo, Prodi record¨® ayer que en este lapso de tiempo Italia ha pasado de no cumplir ninguna de las cinco condiciones de convergencia impuestas por el Tratado de Maastricht a cumplir las cuatro esenciales. S¨®lo la abultada deuda p¨²blica sigue sin estar por debajo del tope del 60% del PIB. Es comprensible el optimismo italiano en lo que respecta al ingreso en la zona del euro, y no parece probable que Europa, acostumbrada ya a los vaivenes de la pol¨ªtica italiana, vaya a tambalearse por ello.

De acuerdo con Mario Monti, ha sido precisamente el optimismo exagerado que se ha desatado en el pa¨ªs, una vez alcanzados los principales objetivos de Maastricht, el que ha posibilitado la llegada de la crisis.

[El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Santer, declar¨® ayer en Lisboa que la apertura de una crisis pol¨ªtica en Italia tendr¨¢ graves consecuencias sobre el proceso de convergencia comprometido por Italia para participar en la moneda ¨²nica, seg¨²n France Presse].