Republicanos y unionistas empiezan a negociar definitivamente c¨®mo vivir en paz en el Ulster

Vivir en paz. Los republicanos y sus enemigos unionistas expresaron ayer ese prop¨®sito al sentarse en torno a la mesa de negociaciones en Belfast sin lanzarse un solo insulto ni volver al feroz campo de las recriminaciones. Fue un buen signo para la apertura de la "Fase sustancial" del hist¨®rico proceso de paz ideado por Londres y Dubl¨ªn a fin de sepultar d¨¦cadas de sangriento conflicto en Irlandadel Norte. A partir de ayer, las conversaciones entran de lleno a la b¨²squeda de un futuro pol¨ªtico para Irlanda 76 a?os despu¨¦s de la partici¨®n de la isla y aunque la tarea es colosal, prima, a simple vista, el optimismo.

"Creo que lo vamos a lograr", declar¨® Mo Mowlam, la ministra brit¨¢nica para Irlanda del Norte. "La empresa requiere de coraje, visi¨®n y liderazgo. El hecho de que hayan comenzado las negociaciones es indicativo de que los avances son posibles".Gerry Adams, presidente del partido Sinn Fein, el frente pol¨ªtico del IRA, abri¨® su discurso con una cita de Bobby Sands, el preso norirland¨¦s que se inmol¨® en una huelga de hambre de 66 d¨ªas en la c¨¢rcel de Maze en 1981. "Estoy parado en el umbral de un mundo que tiembla", repiti¨® Adams. Martin McGuiness, lugarteniente de Adams, dedic¨® su discurso a subrayar que los republicanos Ja-, m¨¢s abandonar¨¢n sus aspiraciones nacionalistas de una "Irlanda unida" ni su sue?o de ver el fin de la presencia militar brit¨¢nica en el Norte, que provoc¨® 28 a?os de una campana con m¨¢s de 3.200 muertos.

La posici¨®n de los principales adversarios del Sinn Fein, el Partido Unionista del Ulster (UUP) es id¨¦ntica: utilizar la conferencia que se realiza en un modesto edificio adyacente al imponente castillo de Stormont, para defender a cal y canto la uni¨®n de Irlanda del Norte con el Reino Unido tras la partici¨®n de la isla pactada en 1922. El l¨ªder del UUP, David Trimble, se libr¨® de tener que verse cara a cara con Adams: est¨¢ en Washington, esperando una audiencia con Bill Clinton. Otro ausente importante fue Ray Burke, el ministro de Dubl¨ªn y copresidente de las conversaciones de Stormont que se vi¨® s¨²bitamente obligado a renunciar a todos sus cargos a ra¨ªz del esc¨¢ndalo que lo vincula con la venta de pasaportes irlandeses para un millonario jeque ¨¢rabe y a su familia en 1991.

El Gobierno brit¨¢nico expres¨® confianza, pero advirti¨® que es ingenuo "esperarse milagros". La negociaci¨®n promete ser larga, agria y espinosa: ayer se acord¨® la introducci¨®n de tres "canales".En el primero se deben sentar las bases para la discusi¨®n de "cuestiones internas" entre ocho de los diez protagonistas del conflicto republicano-unionista. En el segundo se debatir¨¢n las relaciones entre la Rep¨²blica de Irlanda y el Norte bajo control brit¨¢nico. El tercer canal abarcar¨¢ las relaciones de Irlanda, Norte y Sur, con Londres.

En el primer ¨¢mbito se inscribe el desarrne de todas las organizaciones paramilitares activas en el Ulster, un objetivo que el Sinn Fein quiere ampliar a la polic¨ªa del Royal Ulster Constabulary (RUC) y a exigir la retirada del ej¨¦rcito brit¨¢nico. En el segundo van a ser sometidos a estricto escrutinio los verdaderos anhelos irlandeses de unificarse en tomo al centro de poder en Dubl¨ªn. El tercero est¨¢ reservado para cuando concluya la misi¨®n de los dos primeros, algo que Londres y Dubl¨ªn quisieran ver hacia mayo.