Aznar pide a Blair que no utilice la OTAN para conseguir ventajas sobre Gibraltar

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, pudieron constatar ayer que se mantienen las diferencias que les separan sobre Gibraltar, uno de los mayores obst¨¢culos que impiden que se cierre un acuerdo sobre la nueva estructura militar de la OTAN. Aznar dijo a Blair que no puede - utilizar la Alianza para conseguir ventajas. Seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, Aznar advirti¨® a Blair que Espa?a no puede ceder en nada que afecte a su reivindicaci¨®n sobre la soberan¨ªa del Pe?¨®n, lo que hace muy dif¨ªcil aceptar cualquier concesi¨®n sobre el aeropuerto construido ilegalmente por los brit¨¢nicos sobre un territorio no cedido en el Tratado de Utrech.

Aznar y Blair se entrevistaron durante m¨¢s de media hora en Estrasburgo, durante el desarrollo de la II Cumbre de Jefes, de Estado y de Gobierno del Consejo de Europa, para buscar alguna forma de sortear un conflicto que amenaza con bloquear la nueva estructura de mandos, cuya aprobaci¨®n est¨¢ prevista en principio en la cumbre atl¨¢ntica de diciembre.La posici¨®n espa?ola es que ning¨²n pa¨ªs tiene derecho a exportar sus problemas bilaterales a una organizaci¨®n multilateral como la OTAN, en la que las decisiones se. toman por unanimidad. Aznar, seg¨²n las mismas fuentes, pidi¨® a Blair que no intente conseguir ventajas en Gibraltar a costa de la voluntad espa?ola de integrarse plenamente en la estructura militar de la Alianza.

El Reino Unido, como condici¨®n para aprobar la nueva estructura de mandos, en la que la base brit¨¢nica de Gibraltar dejar¨ªa de ser un mando de tercer nivel, ha pedido que Espa?a levante, todas las retricciones, militares y civiles sobre el aeropuerto y el puerto de Gibraltar, ya que considera que ¨¦stas no pueden existir en el seno de una organizaci¨®n de pa¨ªses aliados.

Espa?a, mientras, considera que la eliminaci¨®n de esas restricciones no s¨®lo ayudar¨ªa a la econom¨ªa de la colonia sino que reforzar¨ªa la posici¨®n ilegal del Reino Unido sobre el. aeropuerto.

Aznar y Blair coincidieron en la necesidad de que sus ministros de Exteriores, Abel Matutes y Robin Cook, respectivamente, sigan explorando v¨ªas de acuerdo para un problema al que necesariamente tienen que encontrar soluci¨®n. El secretario general de la OTAN, Javier Solana, ha repetido que nadie puede pretender que el problema de Gibraltar pueda resolverse en el seno de la OTAN. Por otra parte, se considera que ning¨²n pa¨ªs, salvo quiz¨¢ EE UU, puede imponer su posici¨®n sobre un asunto bilateral al resto de los socios.

Coincidencias

Como consuelo a sus diferencias, Aznar pudo comprobar sus coincidencias con Blair sobre pol¨ªtica de empleo, en contraste con la diferencias constatadas la noche anterior en Par¨ªs con el primer ministro franc¨¦s, el socialista, Lionel Jospin. Blair y Aznar comparten escepticismo ante las pol¨ªticas activas de empleo, y son m¨¢s partidarios de subvencionar a las empresas que al trabajo.

El presidente del Gobierno mantuvo asimismo entrevistas bilaterales con los presidentes de Croacia, Franjo Tudjman; Bosnia, Alia Izetbegovic; Rumania, Emil Constantinescu, y Bulgaria, Pete Stoyanov. Con los dos primeros analiz¨® la aplicaci¨®n de los acuerdos de paz de Dayton en la ex Yugoslavia y recibi¨® parabienes por el comportamiento de las tropas espa?oles desplegadas en las zonas de conflicto. Con los presidentes de Bulgaria y Rumania analiz¨® las perspectivas de a ampliaci¨®n de la UE, a la que ambos pa¨ªses han presentado su candidatura. Uno de los lugares comunes, es que la pol¨ªtica exterior es una cuesti¨®n de Estado por encima de las diferencias de partido. Ayer en Estrasburgo, un curioso olvido lo puso en duda. La delegaci¨®n bosnia elogi¨® el papel que desempe?an tanto el se cretario general de la OTAN, Javier Solana, como el representante civil internacional para la paz en Bosnia, Carlos Westendorp, los dos ¨²ltimos ministros de Exteriores del Gobierno socialista. En la informaci¨®n facilitada por los portavoces del Gobierno de Aznar se olvid¨® este elogio, y se record¨® s¨®lo el papel humanitario de las tropas espa?olas.