La honorabilidad de un hijo

En el peri¨®dico de su direcci¨®n, de fecha 29 de octubre de 1995 y con el t¨ªtulo de Un joven muere en un coche tras robar a una prostituta, se publicaba la noticia que hac¨ªa referencia a la lamentable muerte en accidente de mi hijo, Alberto Marchant Ventura.Dentro del dolor que como puede imaginar me produjo la p¨¦rdida de mi hijo, fue a¨²n mayor el que sufr¨ª al conocer tal informaci¨®n, por cuanto, en primer lugar, mi hijo iba situado en la parte posterior derecha de un coche de dos puertas, raz¨®n por la cual resulta completamente imposible que ¨¦l pudiese dar "tir¨®n" alguno de un bolso o realizar cualquier acto de este tipo.

Por fin, m¨¢s de un a?o y medio despu¨¦s de la muerte de mi hijo, hemos podido aclarar este c¨²mulo de desprop¨®sitos con la justicia, adjunt¨¢ndole a la presente tanto el auto de fecha 24 de febrero de 1996, dictado por el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 30 de Madrid, como la sentencia de fecha 5 de junio de 1997, dicta da por el Juzgado de lo Penal n¨²mero 26 de Madrid. Tras su lectura comprobar¨¢ que nada se dice sobre el supuesto tir¨®n del bolso.

Esperando que comprenda que, como madre, estoy en el de recho y en el deber de reivindicar la honorabilidad de mi hijo, puesta en entredicho por esa no ticia, y apelando m¨¢s a su caballerosidad que a mi derecho de rectificaci¨®n, le ruego la publicaci¨®n de esta carta- .