Rato anuncia un d¨¦ficit del 2,9% este a?o, un d¨ªa antes de que Bruselas publique sus previsiones

El ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, asegur¨® ayer que el d¨¦ficit p¨²blico se situar¨¢ en el 2,9% en 1997, reduciendo as¨ª la previsi¨®n anterior del 3%. El anuncio de Rato se ha realizado justo 24 horas antes de que la - Comisi¨®n Europea haga p¨²blicas sus previsiones econ¨®micas de oto?o. Los pron¨®sticos de Bruselas se dar¨¢n a conocer hoy, a pesar de las presiones en contra de Alemania y Francia, debido a que la Comisi¨®n estima para este ¨²ltimo pa¨ªs un d¨¦ficit del 3,1%. Rato apoy¨® el derecho de la banca a cobrar comisiones por el cambio de pesetas a euros.

Las previsiones de oto?o son las ¨²ltimas que har¨¢ p¨²blicas Bruselas antes de la criba del euro, probablemente en el largo puente del 1 al 3 de mayo de 1998. Seg¨²n fuentes comunitarias, la Comisi¨®n pronosticar¨¢ para Espa?a un d¨¦ficit del 2,9%, como anunci¨® ayer Rodrigo Rato, aunque fuentes espa?olas no descartaron que el dato de Bruselas sea todav¨ªa el 3% ya anunciado en las previsiones de primavera.Seg¨²n las fuentes comunitarias, el d¨¦ficit para 1998 se situar¨¢ en el 2,4%, cumpliendo as¨ª ese sexto criterio nacido en los ¨²ltimos meses, el de la "sostenibilidad"; es decir, que no basta con cumplir en 1997 sino tambi¨¦n en las previsiones para el a?o siguiente. Seg¨²n la Comisi¨®n Europea, la inflaci¨®n es pa?ola cerrar¨¢ 1997 con una tasa del 2,2%, la deuda p¨²blica se quedar¨¢ entre el 67% y el 68% y el crecimiento del pro ducto interior bruto (PIB) alcanzar¨¢ el 3,5% en 1998.

Los datos de Bruselas, seg¨²n estas fuentes, ser¨¢n menos optimistas para algunos de los grandes pa¨ªses. Hay dudas sobre si Alemania llegar¨¢ al 3% de d¨¦ficit o se quedar¨¢ en el 3,1%. Francia parece no cumplir el esencial asunto del d¨¦ficit en 1997. Bruselas pronostica un 3,1%. Para el ejercicio siguiente, el pron¨®stico se queda en un nada reconfortante 3%.

Estas regulares perspectivas francesas han provocado grandes presiones de Francia, Alemania y de la presidencia luxemburguesa para impedir que Bruselas haga p¨²blicos sus pron¨®sticos. Un intento que parece fracasado despu¨¦s de que el portavoz del comisario de Asuntos Monetarios, Yves Thibault de Silguy, asegurara que las previsiones se conocer¨¢n hoy.

Seg¨²n fuentes comunitarias, el d¨¦ficit pronosticado para Italia se quedar¨¢ en el 3% este a?o, pero Bruselas duda entre no publicar ning¨²n dato para 1998 o hacerlo con una ampl¨ªsima horquilla del 2,7% al 3,7% debido a que las incertidumbres sobre el pr¨®ximo presupuesto impiden hacer pron¨®sticos.Presiones de la banca

El ministro espa?ol, Rodrigo Rato, apoy¨® ayer el derecho de la banca a cobrar comisiones por el cambio de pesetas a euros, llegado. el momento de la conversi¨®n a la moneda ¨²nica. Rato asegur¨® que "una vez m¨¢s, el juego de la competencia ir¨¢ en beneficio del cliente" y que no le consta que la banca haya presionado para asegurarse el cobro de comisiones. Ante la pregunta de si es l¨®gico que los consumidores paguen por un cambio de divisas que ser¨¢ obligatorio por decisi¨®n del Gobierno, el ministro admiti¨® que "¨¦se es un tema que habr¨¢ que evaluar".

Rato se mostr¨® confiado en que el informe de la Comisi¨®n Europea sobre la futura financiaci¨®n de la Uni¨®n haya servido para enfriar el debate sobre lo que obtiene y lo que aporta cada pa¨ªs a los presupuestos comunitarios.

El optimismo del vicepresidente segundo del Gobierno espa?ol contrast¨® con los airados comentarios del titular alem¨¢n de Hacienda, Theo Waigel, quien asegur¨® que el informe de Bruselas sobre las aportaciones del pa¨ªs m¨¢s podertosos de la UE es "inaceptable, decepcionante y no soluciona nada [...] Es inaceptable que un pa¨ªs cargue con el 60% de las aportaciones netas", insisti¨®.

A juicio de Waigel, las discusiones sobre la financiaci¨®n comunitaria fueron menos apasionadas que en la reuni¨®n anterior, aunque admiti¨® que las posiciones est¨¢n tambi¨¦n m¨¢s distantes.

Espa?a, que ya cuenta con el abierto apoyo de Grecia y Portugal, se opone a fijar un techo de financiaci¨®n del 1,27% del PIB de cada Estado miembro, insiste en que el 0,46% de ese PIB debe estar destinado a fondos estructurales y se opone a mantener el llamado cheque brit¨¢nico, que permite a este pa¨ªs aportar a la Uni¨®n una cantidad inferior a la que le corresponder¨ªa por su peso econ¨®mico.