Un t¨ªtulo para ense?ar espa?ol
Expertos en castellano para extranjeros promueven la creaci¨®n de una diplomatura
SUSANA P?REZ DE PABLOS Dos b¨²lgaros, tres turcos, cuatro rusos y un armenio comparten aula en un centro de idiomas. Apenas hablan unas palabras de espa?ol: bocadillo, leche o jam¨®n. Se abre la puerta y aparece una profesora vestida con una t¨²nica y con una bola de cristal en la mano. El objetivo gramatical es explicar el futuro y la metodolog¨ªa escogida, la adivinaci¨®n. La pitonisa utiliza vistosas tarjetas con frases para explicar a los alumnos c¨®mo se conjugan los verbos y un hor¨®scopo para ense?arles a pasar de la primera a la segunda persona.
?ste es un ejemplo de la preparaci¨®n, creatividad y el buen m¨¦todo que hacen falta para ense?ar debidamente espa?ol a extranjeros. Buena parte de los profesores especializados en esta clase de ense?anza piden que se les reconozca de alg¨²n modo su preparaci¨®n espec¨ªfica. Por esta raz¨®n, los representantes de diversas instituciones educativas mantuvieron la semana pasada los primeros contactos para promover la creaci¨®n de una titulaci¨®n que acredite a los docentes especializados en ense?anza para extranjeros. Aunque ¨²nicamente se est¨¢n llevando a cabo las primeras tomas de contacto, entre las posibilidades que se barajar¨¢n en un futuro pr¨®ximo figuran la creaci¨®n de una diplomatura o de una carrera de segundo ciclo.
Varios centenares de profesores pasan cada a?o por la media docena de masters que hay en Espa?a para formarse en esta especialidad, ya que las universidades espa?olas no cuentan con estudios espec¨ªficos para esta dedicaci¨®n profesional.
Los responsables del Instituto Cervantes y de diversas universidades en las que ofrecen estudios de posgrado de espa?ol para extranjeros hablan de la "necesidad de plantearse en firme la regulaci¨®n de esta profesi¨®n". Con la creaci¨®n de una titulaci¨®n espec¨ªfica se solucionar¨ªan varios problemas: la falta de un punto de referencia claro y uniforme de los centros espa?oles y extranjeros a la hora de seleccionar docentes para que ense?en espa?ol y la equiparaci¨®n de estos profesionales con sus hom¨®logos de otros pa¨ªses que cuentan con una titulaci¨®n equivalente para la ense?anza de otros idiomas.
En el Reino Unido, por ejemplo, existen un diploma y un certificado para profesores de ingl¨¦s que otorga la Royal Society of Arts. Para obtenerlos, hay que superar una serie de pruebas te¨®ricas y pr¨¢cticas durante un curso. La misma instituci¨®n cuenta tambi¨¦n con otros t¨ªtulos para acreditar a los profesores de ingl¨¦s no nativos (se llaman Diplome y Certificate for Overseas Teachers of English).
Para ser profesor en el Iristituto Brit¨¢nico, por ejemplo, es necesario contar con la titulaci¨®n de la Royal Society of Arts y tambi¨¦n en buena parte de los centros privados brit¨¢nicos reconocidos por el Gobierno. Sin embargo, existen otros t¨ªtulos que son menos conocidos pero tambi¨¦n muy v¨¢lidos, tal y como apunta el responsable de los servicios educativos del Consejo Brit¨¢nico en Madrid, john Carrivick. "Es complicado establecer unos requisitos m¨ªnimos porque es dif¨ªcil medir las capacidades del profesorado y pedir una titulaci¨®n facilita la selecci¨®n, pero tampoco es conveniente imponer un certificado concreto".
Con los profesores de franc¨¦s para extranjeros ocurre algo similar. La mayor parte de los que dan clase en los institutos o alianzas francesas cuentan con una titulaci¨®n espec¨ªfica, la de Ma?trise de FLE (de Franc¨¦s como Lengua Extranjera). Esta titulaci¨®n se obtiene tras estudiar tres a?os generales de Lengua en las universidades, m¨¢s uno de especialidad. Pero, aunque este t¨ªtulo es muy apreciado, tampoco es el ¨²nico que se solicita a los profesores de franc¨¦s en los centros oficiales.
En Espa?a, algunas universidades empiezan a crear asignaturas optativas para alumnos de Filolog¨ªa en las que se ofrece cierta orientaci¨®n metodol¨®gica en esta especialidad. Aunque no resulta en absoluto suficiente, seg¨²n los profesionales de los centros p¨²blicos y privados que ofrecen masters de formaci¨®n de profesores de espa?ol como lengua extranjera. Algunos de estos centros est¨¢n en las universidades, de Barcelona (pionera), Salamanca, Complutense de Madrid y Alcal¨¢ de Henares, entre los p¨²blicos, y la Antonio de Nebrija, entre los privados. El precio de estos cursos ronda el medio mill¨®n de pesetas.
Agust¨ªn de Vera Luj¨¢n, director acad¨¦mico del Instituto Cervantes, considera que se deber¨ªan "introducir materias de esta especialidad en la formaci¨®n universitaria normal, con el fin de que los alumnos de Filolog¨ªa o de otras disciplinas puedan ir configurando su curr¨ªculo y orientar su futuro profesional hacia esta especialidad". Vera Luj¨¢n ha ejercido durante 12 a?os como catedr¨¢tico de Lengua Espa?ola en la Universidad de Murcia.
La Fundaci¨®n Antonio de Nebrija cre¨® hace un par de decenios una serie de programas de lenguas aplicadas para extranjeros y otros sobre estudios europeos, el embri¨®n de lo que posteriormente ser¨ªa la Universidad Antonio de Nebrija.
Por entonces ya exist¨ªa la urgente necesidad de abrir una v¨ªa para formar a los cada vez m¨¢s numerosos profesores de espa?ol que se encontraban dando clase en distintos pa¨ªses y empezaban a rastrear centros en busca de orientaci¨®n.
"Sab¨ªamos mucha ling¨¹¨ªstica, pero no c¨®mo ense?arla", recuerda Bel¨¦n Moreno de los R¨ªos, directora pedag¨®gica de dicho centro de estudios hisp¨¢nicos. "En ese momento empezaba la renovaci¨®n pedag¨®gica impulsada por el antiguo Servicio de Difusi¨®n del Espa?ol del Ministerio de Cultura, con Jorge Sempr¨²n al frente". Un, grupo de profesores fund¨® la ya desaparecida revista Cable, como respuesta a la necesidad de crear la base metodol¨®gica de la ense?anza del espa?ol para extranjeros.
La directora de este master, Marta Baralo, dice que la carrera de Filolog¨ªa "da un bagaje a los titulados, pero no les prepara para las necesidades de formaci¨®n que se presentan a la hora de ense?ar la lengua a un extranjero". Y hace hincapi¨¦ en la falta de formaci¨®n de todos los que empiezan a ense?ar espa?ol en otros pa¨ªses.Ense?anza interactiva
Baralo explica que la metodolog¨ªa que utilizan para formar a los profesores "es totalmente interactiva, constructivista, la misma que les ense?amos para que la apliquen con sus alumnos de espa?ol". Lo que quiere decir que parten de la idea de que el aprendizaje se basa en la actividad y en la interacci¨®n, y estudian aplicaciones pr¨¢cticas y el dise?o de actividades para fomentar las destrezas comunicativas de los estudiantes.
Sistemas de ense?anza similares, basados en el enfoque comunicativo (es decir, preocupados tanto por ense?ar la gram¨¢tica como las formas de practicar una lengua y sus contextos socioculturales) y distintos al tradicional, siguen el tipo de pedagog¨ªa que se est¨¢ promoviendo desde diferentes universidades, como la de Barcelona.
Palabras de m¨¢s
A muchos estudiantes les resulta familiar la imagen de una clase de idioma en la que d¨ªa tras d¨ªa se aprenden vocabulario, tiempos verbales y dem¨¢s aspectos gramaticales, pero nunca se acaba de aprender a hablar. El problema es siempre una mala o inexistente metodolog¨ªa. Los profesores que se dedican a la ense?anza de idiomas lo saben bien. Uno de ellos, Virgilio Borobio, autor de manuales sobre ense?anza del espa?ol para extranjeros, los explica: "Si el enfoque de ense?anza que se adopta es err¨®neo, se est¨¢ dando una ense?anza incompleta y dif¨ªcil de entender, y no se est¨¢ ense?ando a comunicar".Especialistas, en otras lenguas han extrapolado sus conocimientos a la ense?anza del espa?ol. La escasez de materiales espec¨ªficos para orientar a los profesores y apoyar a los alumnos ha sido hasta hace nada una grave carencia que se est¨¢ reparando poco a poco. Ahora, la penuria abunda en el nivel intermedio.
Borobio cuenta que en Estados Unidos, Brasil y los pa¨ªses del norte de Europa hay cada vez m¨¢s estudiantes de es pa?ol, y, a menudo, los profesores "no cuentan con conocimientos sobre metodolog¨ªa, aunque s¨ª los tengan sobre ling¨¹¨ªstica". "Por esta obvia raz¨®n los m¨¦todos son esenciales, para ir marcando la pauta a esos docentes y ofrecerles ideas que puedan desarrollar en el aula, para presentar el lenguaje nuevo de forma clara".
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