El laboratorio m¨¢s caro de Espa?a

M¨¢s de 2.000 millones de pesetas en equipamientos cient¨ªficos est¨¢n en manos de los especialistas que operan, actualizan y desarrollan los laboratorios, los instrumentos de sondeo y la red de ordenadores del Hesp¨¦rides. Son f¨ªsicos, bi¨®logos e ingenieros, y pertenecen a la Unidad de Gesti¨®n de Buques Oceanogr¨¢ficos (UGBO, del CSIC), los aut¨¦nticos duendes ocultos de la m¨¢quina, sin cuyo trabajo casi nada funcionar¨ªa a pleno rendimiento en este buque, que se estren¨® en 1991 y que cost¨® 12.000 millones de pesetas.En la primera campa?a del Hesp¨¦rides este a?o han estado a bordo siete de los 25 miembros de la UGBO (adscrita al Instituto de Ciencias del Mar, en Barcelona), que en los pr¨®ximos meses se ir¨¢n turnando.

La roseta es un artilugio de sondeo que, colgado por un cable, desciende a las profundidades oce¨¢nicas desde la cubierta del Hesp¨¦rides con sensores de temperatura, de salinidad, de profundidad y de clorofila. Alrededor van sujetas unas botellas de 12 litros cada una, que se cierran a diferentes profundidades y que traen las muestras ' de agua al barco. Ha sido el equipo m¨¢s utilizado en la campa?a de cabo Ghir: 24 veces lo han bajado al agua los cinco t¨¦cnicos de la UGBO encargados de las operaciones de cubierta, turn¨¢ndose d¨ªa y noche. Y los cient¨ªficos no se cansan de alabar su trabajo.

Mario Manr¨ªquez y Pedro Jornet a duras penas se han separado de la roseta y los ordenadores de control, especialmente durante los dos primeros sondeos de la campa?a, cuando presentaron algunas pegas t¨¦cnicas.

"A menudo, los cient¨ªficos encuentran aqu¨ª mejores instrumentos que en sus propios centros; otras veces, no, y nosotros, si vemos que valen la pena, intentamos incorporar las tecnolog¨ªas m¨¢s avanzadas", comenta Jornet, ingeniero de 28 a?os. "?ste es el laboratorio m¨¢s caro que tiene Espa?a". Un laboratorio que funciona, que se ha mejorado en siete a?os, aunque muchos apuntan que se podr¨ªa optimizar m¨¢s a¨²n.Renovaci¨®n constante

Manr¨ªquez es el m¨¢s veterano de la UGBO. A sus 56 a?os tiene una gran experiencia en oceanograf¨ªa instrumental, trabaja en el Hesp¨¦rides desde 1993 y conoce otros buques oceanogr¨¢ficos de otros pa¨ªses. "Este barco est¨¢ muy bien equipado, pero todo buque de este tipo necesita renovaci¨®n constante", dice. Este a?o se han renovado los compresores del, equipo de s¨ªsmica (para los ca?ones de aire comprimido), las ecosondas y la red inform¨¢tica del barco, integrada por ocho estaciones de trabajo y 20 ordenadores personales en la parte puramente cient¨ªfica.

Arturo Castell¨®n, bi¨®logo de 40 a?os, ha hecho unas 50 campa?as oceanogr¨¢ficas, y cuatro de ellas, en el Hesp¨¦rides. Adem¨¢s de turnos con la roseta, se encarga de las ecosondas, equipos avanzados, como el sistema multihaz instalado en el casco del Hesp¨¦rides, que permite el levantamiento de cartas batim¨¦tricas del fondo marino sobre el que se navega, con un alcance de hasta 12.000 metros de profundidad.

"Aqu¨ª hay que saber hacer un poco de todo", dice Zacar¨ªas Garc¨ªa, aunque ¨¦l se encarga principalmente de la recepci¨®n y preparaci¨®n en el Hesp¨¦rides de im¨¢genes de sat¨¦lite. Desde el punto de vista del sistema inform¨¢tico, el Hesp¨¦rides est¨¢ "mejor que cualquier otro instituto del CSIC y que la mayor¨ªa de las universidades", dice Miquel Pancorbo, de 24 a?os.

Eduard Quintana, ingeniero qu¨ªmico de la UGBO, se encarga de que todo est¨¦, a punto en los laboratorios. "Tenemos pr¨¢cticamente casi todo el equipo de experimentaci¨®n y an¨¢lisis de un laboratorio en tierra y es igual a cualquier otro buque de este tipo. En todo caso, nos falta espacio, aunque lo tenemos aprovechado a tope y pueden trabajar simult¨¢neamente 15 personas", dice.

Carlos Mir, de 25 a?os f¨ªsico, lleva cascos para protegerse del ruido cuando est¨¢ operando o probando los equipos de s¨ªsmica. "S¨®lo el cable de los hidr¨®fonos cuesta 300 millones de pesetas", dice. Ning¨²n grupo cient¨ªfico podr¨ªa tener un equipamiento as¨ª para su uso exclusivo y adem¨¢s estar¨ªa infrautilizado.