Dura realidad, pero brillante ficci¨®n

La comparaci¨®n de la marea negra que alcanz¨® el lunes las costas vascofrancesas con el vertido imaginario que se escenific¨® ayer en la Bah¨ªa de C¨¢diz puede barrer de un plumazo dos extendidos t¨®picos: el que afirma que el norte siempre gana al sur, y el que sostiene que la realidad supera al arte.En la playa francesa de Anglet (apenas a unos kil¨®metros de San Sebasti¨¢n), un menguado grupo de 40 bomberos trataba ayer de contener la mancha de gas¨®leo causada por el buque griego Capit¨¢n Tzannis. Mientras, el simulacro de C¨¢diz recib¨ªa la fren¨¦tica atenci¨®n de 500 efectivos de la Cruz Roja, la Guardia Civil, la empresa Esso, la Sociedad Estatal de Salvamento y Seguridad Mar¨ªtima, la Junta de Andaluc¨ªa y el Spill Response Centre de Southampton (Reino Unido), todos ellos encabezados por el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado.

Desde el puente de mando de uno de los seis barcos movilizados para el simulacro, Arias-Salgado supervis¨® la operaci¨®n con sus prism¨¢ticos, junto a la alcaldesa de C¨¢diz, Te¨®fila Mart¨ªnez (PP), y al capit¨¢n mar¨ªtimo del Estrecho, Pedro de Frutos, entre otras autoridades. El. ensayo empez¨® ayer y terminar¨¢ ma?ana.

Seg¨²n Manuel Olabarrieta, director de relaciones institucionales de la petrolera Esso, los simulacros de este tipo son muy ¨²tiles para evaluar el grado de coordinaci¨®n entre los cuerpos encargados de las situaciones de emergencia. "En los casos reales, la coordinaci¨®n entre las distintas Administraciones y los cuerpos de seguridad y protecci¨®n civil supone un problema dif¨ªcil", se?ala. "A veces es as¨ª por falta de directrices; otras veces, por exceso de ganas". En este clase de accidentes tienen competencias los responsables municipales, auton¨®micos y estatales; los cuerpos de seguridad y autoridades de Medio Ambiente.

Operaci¨®n sin precedentes

Por sus dimensiones, la operaci¨®n de C¨¢diz carece de precedentes en Espa?a.El gui¨®n es el siguiente: un petrolero choca contra, un ferry a 35 millas de la bah¨ªa, un lugar de denso tr¨¢fico mar¨ªtimo. (En realidad, los buques accidentados eran dos remolcadores del puerto fondeados a unas seis millas de la costa). En el ferry, cinco personas resultan heridas de gravedad y otras treinta levemente (todos ilesos, en la vida real). El carguero se incendia (echa un humo rojo de guardarrop¨ªa) y vierte al mar 4.000 toneladas de crudo (no vierte nada).

La torre de control de Tarifa da la alarma (as¨ª lo hizo, en efecto, a las 11.20 de ayer) y los servicios de emergencia se movilizan (tambi¨¦n correcto; pero el barco que transporta a Arias-Salgado, a Te¨®fila Mart¨ªnez y a una veintena de periodistas pertenece al mero ¨¢mbito de la realidad: una licencia).

Un helic¨®ptero de gran tama?o tiende una cuerda transportadora hasta el ferry y rescata a los cuatro heridos graves. Un buque cisterna extingue el fuego del petrolero con un vigoroso chorro de agua eyectada desde una manguera. Una lancha de la Guardia Civil recoge a los heridos menos graves. La crisis humana se ha aliviado, pero a¨²n jota la cat¨¢strofe ecol¨®gica: la marea negra. "La bah¨ªa es un escenario ¨®ptimo para la operaci¨®n", comentaba ayer Arias-Salgado. La raz¨®n es que el litoral gaditano posee un alto valor ecol¨®gico: en los aleda?os del accidente se ubican los parques naturales del Acantilado, de la Bah¨ªa de C¨¢diz y del pinar de Barbate. La mancha negra no debe llegar all¨ª.

Olabarrieta explicaba: Cuando un vertido de 4.000 toneladas de petr¨®leo alcanza la costa, se mezcla con la arena y genera 20.000 toneladas de residuos s¨®lidos, que luego se deben aislar y retirar hasta un vertedero".

Las legislaciones danesa y brit¨¢nica permiten tratar el crudo vertido con unas sustancias llamadas dispersantes, que rompen las mol¨¦culas del petr¨®leo y les permiten as¨ª evaporarse. Otras normativas proh¨ªben esa t¨¦cnica, y otras, como la espa?ola, ni la mencionan. Por ello, el simulacro tiene que proceder sin utilizarla.

De 13 pa¨ªses

La protecci¨®n de los espacios naturales se basa en el uso de los llamados booms: unas bolsas de caucho de gran longitud (entre ayer y hoy se utilizar¨¢n en C¨¢diz dos. kil¨®metros de ese material) que se disponen en las desembocaduras de los r¨ªos o a la entrada de las r¨ªas que se han de proteger del hidrocarburo. Una vez all¨ª, los booms se inflan de aire y se anclan a las m¨¢rgenes: constituyen as¨ª una verdadera barrera que impide el paso de la marea negra a la r¨ªa.41 t¨¦cnicos de 13 pa¨ªses observan el ensayo. Cuando concluya, ma?ana, informar¨¢n con detalle de los problemas, las posibles faltas de coordinaci¨®n y las intervenciones mejorables.