Cr¨ªticas a Cook tras los desaires sufridos por la reina Isabel II en la India

La visita de la reina Isabel II a la India y Pakist¨¢n se ha convertido en una pol¨¦mica nacional. Los tabloides que tanto criticaron a la casa real brit¨¢nica por su actitud con Lady Di y su posici¨®n distante con el pueblo defienden ahora a Isabel II y arremeten contra el ministro laborista de Exteriores, Robin Cook, al que culpan de todos los males. El Gobierno de Tony Blair argumenta que ¨¦ste ha sido un viaje inoportuno que fue preparado por los conservadores de Major.

Un a gira que fue dise?ada como colof¨®n de los actos del 50? aniversario de la independencia de India y Pakist¨¢n del Reino Un?do no ha salido bien. Poco p¨²blico en las calles (excepto en el Punjab, la etapa m¨¢s complicada en teor¨ªa), cancelaci¨®n s¨²bita de la etapa de Madr¨¢s por la negativa del Gobierno indio a permitir un peque?o discurso de la reina e incomodidades m¨²ltiples ara la soberana. Pero lo m¨¢s grave sucedi¨® en Cachemira, donde Cook (que acompa?¨® a la reina durante una parte del viaje) se quej¨® de que Isabel II no pidiera perd¨®n con suficiente ¨¦nfasis por la matanza de 1919, cuando las tropas brit¨¢nicas dispararon sobre miles de manifestantes indios. Es algo poco usual en un ministro.Esto es lo que ha despertado la ira de la prensa popular. El Dady Mail titul¨® 'Digamos de una vez que la culpa no es de la reina', y el Daily Express arremeti¨® contra el Gobierno de Nueva Delhi, pues ¨¦ste no hizo honor a "la tradicional hospitalidad" india.

La pol¨¦mica lleg¨® ayer a tal punto que la propia casa real se vio obligada a emitir un comunicado de urgencia desde Cochin, en el sur de India, dando un ment¨ªs a cualquier desavenencia con el Gobierno laborista. "La reina est¨¢ enteramente satisfecha con los consejos recibidos por el secretario del Foreign Office".

Arte de magia

No parece que ¨¦sta sea la opini¨®n de su secretario privado, Robert Fellowes, quien fue mucho m¨¢s claro en lo referente al incidente de Madr¨¢s. "La reina est¨¢ aqu¨ª debido a la sugerencia de los ministros del Reino Unido. No aparace aqu¨ª por arte de magia".

La pol¨¦mica, calificada por Cook como una simple "tormenta en una taza de caf¨¦", es m¨¢s grave de lo que parece, pues implica al Ejecutivo indio. Este acusa a los laboristas de tener una agenda oculta en el caso de Cachemira, una provincia dividida que se disputan India y Pakist¨¢n desde su independencia hace 50 a?os y que ha costado tres guerras y m¨²ltiples incidentes. Estas sospechas no se vieron favorecidas por unos comentarios de Cook en los que proclamaba que estaba dispuesto a mediar entre ambos pa¨ªses. El ministro brit¨¢nico niega haber hablado en p¨²blico sobre este delicado asunto, pero los indios saben que fue motivo de conversaci¨®n con los paquistan¨ªes. Todo esto ha llevado al Gabinete de Tony Blair, que sigue empe?ado en calificar el viaje de "¨¦xito", a reconocer que tal vez no era el momento m¨¢s oportuno para la gira, o al menos para la gira tal y como estaba dise?ada. La culpa es de la herencia, pues fue preparada por Major.

Esta pol¨¦mica beneficia a la alica¨ªda imagen de la soberana y puede permitirle superar el enorme desprestigio que le supuso la muerte de Diana.