Togas de ida y vuelta
LOS JUECES y magistrados que se pasen a la pol¨ªtica no recuperar¨¢n autom¨¢ticamente su puesto en la judicatura al regresar a su antigua ocupaci¨®n, como hasta ahora, pero dispondr¨¢n de una excedencia pagada de tres a?os. Y ello aunque su experiencia pol¨ªtica se haya limitado a concurrir como candidatos en unas elecciones de cualquier orden (municipales, por ejemplo). Adem¨¢s, en virtud de una enmienda introducida por el PP en el Senado, la reforma tendr¨¢ car¨¢cter retroactivo. Ello significa que beneficiar¨¢ a pol¨ªticos en activo, en. primera instancia a la ministra de Justicia, impulsora de la ley. De ah¨ª las cr¨ªticas que esa enmienda ha suscitado en todos los dem¨¢s grupos, incluyendo los aliados del Gobierno, que han anunciado que no la apoyar¨¢n.Latey del Poder Judicial, aprobada en 1985, cuando otro juez (Fernando Ledesma) ocupaba la cartera de Justicia, alent¨® el` tr¨¢nsito de la judicatura a la pol¨ªtica: c¨®mputo del tiempo a efectos de antig¨¹edad, ascensos y derechos pasivos, y reserva de plaza y destino. Vistos los efectos perversos de esas facilidades, el PP propuso, cuando estaba en la oposici¨®n, una reforma dr¨¢stica que establec¨ªa un periodo m¨ªnimo de cinco a?os antes de regresar a la judicatura. El Consejo del Poder Judicial plante¨®, alternativamente, un regreso inmediato, pero no, a la antigua plaza, sino a una que decidir¨ªa el Consejo. Una vez el PP en el poder, el plazo se rebaj¨® a tres a?os y en r¨¦gimen de excedencia pagada.
El problema de esta f¨®rmula es que el principal efecto perseguido, desanimar el viaje de ida y vuelta entre la judicatura y la pol¨ªtica, queda bastante diluido. Pues no se trata s¨®lo de evitar sospechas sobre sus sentencias futuras, sino de evitar que la p¨²blica adscripci¨®n ideol¨®gica proyecte sombras sobre la imparcialidad de las resoluciones anteriores. De ah¨ª que en todos los pa¨ªses existan trabas a la dedicaci¨®n de jueces -y militares- a la pol¨ªtica. La medida disuasoria m¨¢s obvia es que quien d¨¦ ese paso sepa que no podr¨¢ regresar a su anterior oficio. As¨ª lo entendi¨®, por ejemplo, el primer presidente del Consejo del Poder Judicial, Federico Carlos Sainz de Robles, tras intentar, sin ¨¦xito, la aventura pol¨ªtica en la llamada Operaci¨®n Reformista. Establecer esa norma con car¨¢cter obligatorio puede ser exagerado. Pero en la soluci¨®n dada, el riesgo de perder la plaza se ve compensado por la garant¨ªa de tres, a?os sab¨¢ticos. Incluso algunos desaprensivos podr¨ªan buscar expresamente ese efecto present¨¢ndose en listas electorales en puestos de relleno. De ah¨ª que sea una soluci¨®n discutible. E impresentable que se le otorgue car¨¢cter retroactivo.
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