"La colecci¨®n permanente tiene un car¨¢cter rotatorio"

Desde el inicio de las negociaciones para abrir en Bilbao un museo vinculado a la Fundaci¨®n Guggenheim de Nueva York, Juan Ignacio Vidarte, un economista formado en la Universidad de Deusto y el Massachusetts Institute of Technology (MIT), de 41 a?os, ha estado en contacto con el proyecto. Vidarte, que abandon¨® su puesto de director de Hacienda de la Diputaci¨®n de Vizcaya para hacerse cargo de la creaci¨®n del museo, ha sido en los seis ¨²ltimos a?os el enlace entre las administraciones vascas y el director de la fundaci¨®n neoyorquina, Thomas Krens. "?Un coste enorme?", se pregunta. "Es muy relativo, la inversi¨®n en el museo es el equivalente a siete kil¨®metros de autopista". El pasado a?o fue nombrado director general del museo por la Fundaci¨®n Guggenheim Bilbao.Pregunta. ?El Guggenheim, de Bilbao es un museo americano en Espa?a?

Respuesta. Es una instituci¨®n internacional que no debe ser definida por la geograf¨ªa sino por la calidad de su programaci¨®n, que no creo que sea ni americana ni europea ni vasca. La instituci¨®n es vasca pero el museo tiene que ser internacional.

P. ?Se puede comprometer a que las joyas de la colecci¨®n, las obras m¨¢s significativas de las vanguardias hist¨®ricas, por ejemplo, permanezcan un largo periodo de tiempo en Bilbao?

R. Se mantendr¨¢n el tiempo que sea necesario porque son una parte de las obras de las vanguardias presentes en las colecciones Guggenheim. Muchas otras no han venido y nuestra idea es que todas pasen por este museo. Habr¨¢ obras con un periodo de estancia m¨¢s largo, muchas veces en funci¨®n de la log¨ªstica de su traslado. El museo responde a un concepto de colecci¨®n permanente din¨¢mica. En su integridad, no s¨®lo en las colecciones temporales, tendr¨¢ una capacidad de cambio para que cada visita al museo resulte atractiva.

P. ?Han establecido estancias m¨ªnimas?

R. No. Hay ciclos de programaci¨®n con una l¨®gica. No tiene sentido traer y llevar obras sin m¨¢s. En principio, no es de inter¨¦s de ninguna de las dos partes que el museo tenga una colecci¨®n que no responda a las expectativas y a la calidad del conjunto.

P. Entre las ¨²ltimas compras realizadas por el museo llama la atenci¨®n la presencia de obras de Julian Schnabel y Robert Motherwell, desaconsejadas anteriormente por la comisi¨®n asesora del museo.

R. Se ha considerado que eran piezas muy adecuadas para la colecci¨®n. En el caso de Schnabel, ha respondido a una valoraci¨®n de la obra m¨¢s reciente. Siendo un pintor norteamericano, tiene unas claras influencias europeas y espa?olas, su ¨²ltima producci¨®n se ha considerado interesante. Las adquisiciones, en general, han respondido claramente a unas directrices marcadas ya hace cuatro a?os. Y no siempre es f¨¢cil que lo que se quiere sea posible, desde el punto de vista econ¨®mico y desde el punto de vista de su existencia en el mercado. S¨®lo llevamos dos a?os comprando la colecci¨®n; a¨²n nos quedan, como m¨ªnimo, otros dos a?os m¨¢s.

P. ?Por qu¨¦ algunas de las obras adquiridas no han sido expuestas en la colecci¨®n inaugural?

R. Por motivos de programa. La principal raz¨®n es que la colecci¨®n permanente de este museo tiene un car¨¢cter rotatorio, tanto en la parte propia como en los fondos que provienen de Nueva York y Venecia. Se pretende que en cada momento haya una exposici¨®n lo m¨¢s coherente posible y lo m¨¢s agradable de ver lo que no quiere decir que en enero algunas de las obras desaparezcan y aparezcan otras en su lugar.

P. Sorprende que sean las obras de artistas m¨¢s cercanos, como el vasco Prudencio Irazaz¨¢bal, las que hayan quedado sin exponer.

R. No es cierto que las m¨¢s cercanas son las que no se exponen; tamibi¨¦n hay obras de Kiefer y de Francesc Torres pertenecientes a la colecci¨®n propia de Bilbao, en los almacenes.

P. ?Han renunciado a contar con el Guernica de Picasso?

R. Se ha solicitado el Guernica y vamos a seguir intent¨¢ndolo. Estamos actuando de acuerdo con las indicaciones de la comisi¨®n de Cultura del Congreso que inst¨® al Gobierno a que hiciera lo posible para que el cuadro pudiera venir a Bilbao, siempre que no se pusieran en peligro sus condiciones de conservaci¨®n. Estamos convencidos de: que el cuadro no se va a deteriorar si el traslado se hace en las debidas condiciones de transporte, de climatizaci¨®n del embalaje, de ruta.