La m¨²sica de Nass Marrakech busca el trance curativo
La sanaci¨®n del esp¨ªritu a trav¨¦s de la m¨²sica gnawa es la premisa bajo la que se mueve Nass Marrakech, la colorista formaci¨®n marroqu¨ª que esta noche busca el trance en la sala Caracol. Los hipn¨®ticos tambores del interior sur de Marruecos y la cadencia dulce y obsesiva de sus flautas constituye la base sobre la que Nass Marrakech sustenta su trabajo.
La m¨²sica gnawa es la de los rituales, fiestas y celebraciones de esa zona del Magreb y que tanto entusiasm¨® a intelectuales occidentales como Paul Bowles o m¨²sicos como el fallecido Brian Jones de los Rolling Stones. Se dice que sirve para buscar en el interior de uno mismo la paz m¨¢s ¨ªntima. En la zona monta?osa donde se encuentra la aldea de Jajouka, en Marruecos, la tradici¨®n gnawa se transmite de padres a hijos y los m¨²sicos son considerados para el resto de la poblaci¨®n como una especie de sacerdotes. Tocando durante horas y horas, a veces hasta varios d¨ªas enteros, casi la misma melod¨ªa, consiguen transportar al oyente a un trance peculiar y sublime que cesa cuando cesa la m¨²sica. Nass Marrakech recoge de manera actualizada esa tradici¨®n.
Se formaron en Marruecos, hace seis a?os pero su ¨²ltimo disco, Sabil a salaam (El camino de la paz), lo grabaron el pasado a?o en Barcelona. Incorporan sus propias preocupaciones en los textos y en el tratamiento musical y en el disco se han juntado con m¨²sicos de otras latitudes para a?adir percusiones senegalesas, marimbas, caj¨®n flamenco y hasta una flauta japonesa.
Nass Marrakech act¨²a hoy en Caracol (Bernardino Obreg¨®n, 18, metro Embajadores). 22.00 horas. 1.800 pesetas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.