Bater¨ªas recargables y autonom¨ªa
El componente esencial que diferencia los veh¨ªculos el¨¦ctricos de los t¨¦rmicos es la bater¨ªa recargable, que es el equivalente a una reserva de combustible. En el momento de su carga almacena la energ¨ªa, que luego ser¨¢ consumida durante los desplazamientos del veh¨ªculo. Para que los autom¨®viles el¨¦ctricos comiencen a circular es necesaria una compleja infraestructura: estaciones de recarga en las ¨¢reas de aparcamientos, en los estacionamientos p¨²blicos o privados y en la v¨ªa p¨²blica. La bater¨ªa se recarga en cualquier enchufe de 230 vatios y 16 amperios, incluso en el domicilio del conductor. S¨®lo se requiere un cargador que transforme la corriente alterna en continua. La recarga principal se podr¨ªa hacer por la noche, cuando la tarifa el¨¦ctrica es m¨¢s barata.
Desde 1995 se emplean bater¨ªas de n¨ªquel cadmio (NiCd). ?stas cuentan con las ventajas de ser reciclables en un 99,96% y de admitir muchas recargas sin deteriorarse, o sea que tienen una vida ¨²til larga. Pero su coste es elevado y se necesitan 260 kilos de bater¨ªa para obtener una autonom¨ªa de 80 kil¨®mtros. Se est¨¢n estudiando otras combinaciones de bater¨ªa que permitan aumentar la autonom¨ªa sin que el peso y el precio sean excesivos.
Se calcula que hacia 1999 estar¨¢n a punto bater¨ªas de n¨ªquel metalhidruro. ?stas son muy similares a las anteriores, pero con una autonom¨ªa de unos 100 kil¨®metros. Otra bater¨ªa prometedora es la de litio-i¨®n (C-LiMo2), que con 200 kilos ofrecen una autonom¨ªa de unos 200 kil¨®metros. Sin embargo, su vida ¨²til es muy corta y a¨²n se est¨¢ investigando su reciclaje. Auguran los expertos, que para el a?o 2005 estar¨¢n puestas a punto y revolucionar¨¢n el mercado. El problema de la falta de autonom¨ªa hoy se trata de solucionar parcialmente con los puntos de recarga r¨¢pida, en los que cada minuto de carga otorga dos kil¨®metros de autonom¨ªa.
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