"Puede verme, ?le parezco un 'salvaje'?"
Hay buenas razones para estar preocupado a la hora de enfrentarse cara a cara con el hombre responsable de una de las peores masacres de la historia (entre uno y dos millones de camboyanos fueron asesinados durante su Gobierno, seg¨²n la mayor¨ªa de los historiadores). Pero lo que m¨¢s me preocupaba era que Pol Pot, de 72 a?os, no hablase, o que cortase la entrevista despu¨¦s de unos minutos. Por eso, desde el principio, plante¨¦ a Pol Pot la gran pregunta: ?se reconoce culpable por su Gobierno asesino que ejerci¨® desde 1975 hasta 1979? Era una pregunta con la que la que le presion¨¦ una y otra vez. Dado que hay m¨¢s probabilidades de que Pol Pot muera que de que sea llevado ante un tribunal internacional, puede que la entrevista en la selva sea lo m¨¢s parecido a un juicio que vaya a experimentar.El int¨¦rprete, un cabecilla de los jemeres rojos, intent¨® que le dispensaran de su deber de traducci¨®n, quiz¨¢ porque preve¨ªa el tono de las preguntas. Puedo mantener conversaciones en jemer, pero convenc¨ª al int¨¦rprete para que se quedase y tradujese tanto las preguntas como las respuestas con un magnet¨®fono y una c¨¢mara de televisi¨®n en funcionamiento. A continuaci¨®n se ofrecen algunos extractos, que empiezan por las primeras preguntas de una entrevista celebrada el 16 de octubre.
Pregunta. Sabe que est¨¢ acusado de dirigir una organizaci¨®n que ha asesinado a cientos de miles de personas y que la mayor parte del mundo le ha condenado por ello. ?Es un asesino de masas o ha aportado algo a su pa¨ªs?
Respuesta. Creo que, para simplificar las cosas, puede hacer todas las preguntas de una vez y creo que puedo responder a algunas relacion¨¢ndolas con otras. Pero como usted prefiera...
P. Me interesan los problemas de la ¨¦poca en que estuvo en el poder, entre 1975 y 1979, los millones de personas que sufrieron en aquella ¨¦poca y si cree que ha sido acusado justamente. ?sa es una pregunta, empecemos por ah¨ª.
R. S¨ª, quiero responder. Su pregunta no me es poco familiar. Esa pregunta se ha planteado una y otra vez. En primer lugar, me gustar¨ªa decir que tengo la conciencia limpia. Todo lo que he hecho y aportado es, ante todo, por la naci¨®n y por la gente y la raza de Camboya...
[Pol Pot habl¨® a continuaci¨®n de c¨®mo los vietnamitas quer¨ªan hacerse con Camboya, y a?adi¨®: "Quer¨ªan asesinarme porque sab¨ªan que sin m¨ª Pod¨ªan tragarse a Camboya f¨¢cilmente".]
P. Me gustar¨ªa o¨ªr todo eso y si est¨¢ dispuesto a permanecer aqu¨ª durante horas, yo tambi¨¦n lo estoy. Pero, por favor, me gustar¨ªa, si pudi¨¦semos, hablar primero de esto: como sabe, la mayor parte del mundo cree que usted es responsable de la muerte de cientos de miles de camboyanos inocentes que no merec¨ªan sufrir. ?Podr¨ªa responder a esa pregunta directamente? ?Cree que, efectivamente, fue responsable de cr¨ªmenes .contra la humanidad, contra su propio pueblo
R. Voy a contestarle. Quiero contestarle claramente. En primer lugar quiero decir que vine para librar la batalla, no para matar a gente. Ahora usted puede verme. ?Le parezco un salvaje? Tengo la conciencia limpia. Como le he dicho antes, lucharon contra nosotros, as¨ª que tuvimos que tomar me didas para defendernos.
P. En este momento tiene una oportunidad, una oportunidad hist¨®rica. Sabe perfectamente que, durante los a?os que estuvo en el poder, su pol¨ªtica -experimentos agr¨ªcolas, organizaciones sociales y pol¨ªticas, las ejecuciones directas de miles de personas- hizo sufrir a muchas familias. El propio pa¨ªs sufri¨® por culpa de su pol¨ªtica. Sus compatriotas camboyanos quieren saber si siente alg¨²n remordimiento, si reconoce que cometi¨® errores muy graves mientras ocupaba el poder. R. Como ya le he dicho, esto tiene dos caras. Hicimos unas cosas mal y otras bien. El error es que hicimos algunas cosas contra la gente, nosotros y tambi¨¦n el enemigo, pero la otra cara, como le digo, es que, sin nuestra lucha, ahora mismo no existir¨ªa Camboya. P. Pero esos cientos de miles de personas que sufrieron, que no s¨®lo murieron, sino que tambi¨¦n sufrieron como consecuencia de los trabajos forzados, la escasez de alimentos, de lo que claramente eran medidas b¨¢sicas equivocadas cuando usted estaba en el poder, ?no cree que merecen una disculpa?
R. Como ya le he dicho, sobre las cosas malas que tuvo nuestra lucha se ha escrito en, el libro. ?ste es un testimonio ante la historia.
P. ?Qu¨¦ libro?
R. Este libro es The Right and Wrong of Democratic Kampuchea. [Lo bueno y la malo de Kampuchea Democr¨¢tica. Al parecer, Pol Pot se refer¨ªa a un folleto publicado por el Movimiento por una Kampuchea Democr¨¢tica, como se autodenominan los jemeres rojos a finales de los a?os ochenta].
P. Pero en ¨¦l se reconoc¨ªan ¨²nicamente 30.000 muertes. Todos los expertos independientes, de todas las ideolog¨ªas pol¨ªticas, reconocen un m¨ªnimo de cientos de miles de personas que murieron como consecuencia de medidas pol¨ªticas del Gobierno central que fracasaron cuando usted estaba en el poder... Eso es un hecho. Cuando estaba solo en el poder, y los dem¨¢s miembros de su comisi¨®n permanente dicen que su poder era absoluto, miles de personas murieron como consecuencia de una pol¨ªtica social equivocada de su Gobierno. ?Est¨¢ dis puesto a reconocer ese hecho?
R. Como ya le he dicho, eso se escribi¨® en el libro y estoy harto de hablar de ello
P. Hablemos de la c¨¢rcel de Tuol Sleng. Hay pruebas fehacientes de que fue el responsable absoluto de Tuol Sleng. Diecis¨¦is mil personas que firmaron confesiones fueron ejecutadas, entre ellas mujeres y ni?os que eran supuestos agen tes vietnamitas de la, CIA y del KGB. ?Fue responsable de Tuol Sleng y cree realmente que aquellas 16.000 personas, entre ellas mujeres y ni?os, eran agentes de un Gobierno extranjero?
R. Yo estaba en lo m¨¢s alto. S¨®lo tomaba decisiones importantes sobre asuntos importantes. D¨¦jeme que le diga que Tuol Sleng fue un espect¨¢culo vietnamita, lo escribi¨® un periodista. La gente habla de Tuol Sleng, Tuol Sleng por aqu¨ª y Tuol Sleng por all¨¢, pero cuando vemos las im¨¢genes, las im¨¢genes son las mismas. O¨ª hablar por primera vez de Tuol Sleng en La Voz de Am¨¦rica. Lo o¨ª dos veces. Hay documentos que hablan de alguien que llev¨® a cabo una investigaci¨®n de los esqueletos de las personas. Dijeron que cuando se observan los cr¨¢neos de cerca, son m¨¢s peque?os que los cr¨¢neos de los jemeres.
P. ?Insin¨²a que nunca oy¨® hablar de Tuol Sleng antes de 1979?
R. No, nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar de ello. Y esos dos investigadores dijeron que aquellos esqueletos eran de hac¨ªa m¨¢s de 10 a?os.
P. Perm¨ªtame decirle que hay pruebas cient¨ªficas fehacientes,pruebas abrumadoras, de que miles de personas, de camboyanos,fueron ejecutadas en Tuol Sleng cuando usted controlaba Phnom Penh. Nadie discute en ning¨²n lugar del mundo, fuera de Anlong
Veng, que eso no sea verdad.
[Silencio. No hay respuesta].
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.