Sospecha de parcialidad

EL JUEZ de la Audiencia Nacional Ismael Moreno decidi¨® el viernes aceptar la recusaci¨®n del juez Javier G¨®mez de Lia?o planteada por Juan Luis Cebri¨¢n, consejero delegado de Sogecable y del Grupo PRISA. La resoluci¨®n judicial encuentra "justificada la sospecha de parcialidad". El denominado caso Sogecable ha estado desde su inicio rodeado de tal telara?a de indicios sobre la falta de imparcialidad del juez instructor -todos los recursos se han saldado hasta ahora con resoluciones de la sala que correg¨ªan a G¨®mez de Lia?o en t¨¦rminos extremadamente duros-, que el dictamen inapelable de Moreno restablece la normalidad procesal. Esto es, la imparcialidad, objetividad e independencia del juez natural y la igualdad ante la ley, dos principios b¨¢sicos del Estado de derecho. La demanda de recusaci¨®n no era un acto caprichoso para dilatar la instrucci¨®n, sino la defensa del derecho a un proceso justo e imparcial.La algarab¨ªa que ha originado este auto por parte de los acusadores y de su principal altavoz period¨ªstico no es sino una prueba m¨¢s, a posteriori, de que la falta de imparcialidad de G¨®mez de Lia?o era algo m¨¢s que una sospecha. Una de dos: o G¨®mez de Lia?o es el ¨²nico juez independiente de este pa¨ªs, lo que supone una acusaci¨®n nada encubierta contra todos los dem¨¢s y muy concreta contra los cinco instructores restantes de la Audiencia Nacional, o realmente exist¨ªa una confabula ci¨®n que dif¨ªcilmente se podr¨¢ llevar a t¨¦rmino con otro juez al frente del caso.

Resulta llamativa la discrepancia entre las concesiones del juez y la posici¨®n defendida por el fiscal jefe de la Audiencia, Eduardo Fungairi?o. ?ste se pronunci¨® no s¨®lo por el rechazo de la recusaci¨®n, sino que propuso la imposici¨®n de sanciones a Juan Luis Cebri¨¢n por "mala fe procesal". La resoluci¨®n del magistrado Moreno coloca a cada cual en su sitio.

El auto, bas¨¢ndose en la jurisprudencia que han ido desbrozando en este complejo terreno los tribunales Constitucional, Supremo y Europeo de Derechos Humanos, llega a la conclusi¨®n de que la ley no excluye al juez porque sea parcial, "sino porque pueda temerse que lo sea". M¨¢s all¨¢ de las posibles reuniones conspiratorias de G¨®mez de Lia?o y los acusadores, de las que dio noticia indirecta un auto del juez Garz¨®n y que originaron unas diligencias- del Supremo archivadas con inquietante urgencia y sin consumar la fase probatoria, el magistrado Moreno se apoya en las repetidas correcciones -hasta seis- que la sala ha aplicado a decisiones procesales de G¨®mez de Lia?o. Como cita de autoridad menciona algunos t¨¦rminos de tales resoluciones: "falta de fundamento legal y material", "arbitrariedad", "irrazonable", "innecesaria", "desproporcionada", "inadecuada". Una bater¨ªa suficiente para apoyar esa "sospecha de parcialidad" que, en ¨²ltima instancia, justificar¨ªa la recusaci¨®n de este juez en este caso concreto. Las cr¨ªticas o¨ªdas hasta ahora -algunas de car¨¢cter calumnioso- no hacen sino consolidar el veredicto favorable a la recusaci¨®n. No es que el ruido medi¨¢tico en tomo a la instrucci¨®n de Lia?o haya creado dudas sobre su imparcialidad. Son las dudas las que han provocado el ruido.