Clinton y Jiang rompen el hielo con una imprevista reuni¨®n en la Casa Blanca
La reuni¨®n que Bill Clinton y Jiang Zemin iban a sostener anoche en la Casa Blanca (primeras horas de la pasada madrugada en Espa?a) no estaba prevista en el programa oficial de la visita del presidente chino a Estados Unidos. El encuentro, de car¨¢cter privado, fue un intento de romper el hielo ante las muchas sombras que pesan sobre la cumbre que ambos l¨ªderes celebran hoy, la primera entre EE UU y China en los ¨²ltimos 12 a?os.
Clinton, maestro en el arte de crear un clima de simpat¨ªa hasta con el interlocutor m¨¢s dif¨ªcil, y Jiang, que ha dedicado los ¨²ltimos meses a pulir el -quebrado ingl¨¦s que aprendi¨® en sus tiempos de estudiante de ingenier¨ªa en Shanghai, ten¨ªan previsto conversar anoche a calz¨®n quitado y sin la presencia de ning¨²n miembro de sus respectivos equipos de gobierno.-Al proponer esa reuni¨®n imprevista, Clinton busc¨®, seg¨²n fuentes de la Casa Blanca, establecer una "complicidad personal" entre ¨¦l y el l¨ªder chino, "semejante a la que tiene con Bor¨ªs Yeltsin, Tony Blair y Helmut, Kohl". En su primer encuentro con Jiang, en la cumbre econ¨®mica del Pac¨ªfico en 1993, Clinton, entonces activo en la denuncia de las violaciones de los derechos humanos en China, se neg¨® a sonre¨ªr al posar con Jiang para los fot¨®grafos.
Los tiempos han cambiado y Clinton hace ahora virtud de la necesidad de sostener las mejor es relaciones posibles con una China que se consolida como la principal potencia pol¨ªtica, militar y econ¨®mica de Asia. Por su parte, Jiang, que antes de viajar a Washington visit¨® ayer la hist¨®rica ciudad colonial de Williamsburg (Virginia), intenta transmitir en este viaje una imagen seductora ante una opini¨®n p¨²blica que en un 60% cree que China es un "peligro" o un "problema" para EE UU.
Hoy, cuando 21 ca?onazos saluden la entrada de Jiang en la Casa Blanca, una ins¨®lita coalici¨®n de sindicalistas, organizaciones cristianas y defensores de los disidentes chinos, la causa de Taiwan y la cultura budista tibetana se manifestar¨¢ en la plaza de Lafayette. El Congreso, que Jiang visitar¨¢ ma?ana, ya expres¨® ayer su opini¨®n celebrando una audiencia de la. C¨¢mara de Representantes sobre las violaciones de los derechos humanos en China. Jesse Helins, el republicano que preside el Comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado, acogi¨® a un grupo de exiliados chinos que reclaman que Clinton le exija a Jiang la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos.
En contra de lo deseado por la Casa Blanca, Pek¨ªn no ha liberado a los disidentes Wei Jingsheng y Wang Dan. Su ¨²nico gesto en esta materia ha sido la firma, ayer y con 21 a?os de retraso, del Convenio de las Naciones Unidas sobre Derechos Econ¨®micos, Sociales y Culturales.
El senador Helms tambi¨¦n expres¨® ayer que le parece "prematuro" el levantamiento de la prohibici¨®n de la venta a China de productos nucleares norteamericanos. Clinton aprovechar¨¢ la cumbre de hoy para anunciar el fin de ese embargo, con el argumento de que Pek¨ªn ha decidido "congelar" su cooperaci¨®n nuclear y militar con Ir¨¢n.
La cumbre ofrecer¨¢ pocos resultados concretos, excepci¨®n hecha del levantamiento del embargo nuclear y la firma de un contrato de m¨¢s de 2.000 millones de d¨®lares (300.000 millones de pesetas) entre Pek¨ªn y el constructor aeron¨¢utico Boeing. Clinton le ha arrancado pocas cosas a Jiang, que no ha dado pasos importantes ni en derechos humanos ni en el levantamiento de sus barreras comerciales a los productos y servicios estadounidenses. La Casa Blanca, no obstante, insiste en que la mera celebraci¨®n de la reuni¨®n de hoy es un gran acontecimiento, "la primera cumbre del siglo XXI", seg¨²n uno de sus portavoces.
La secretaria de Estado, Madeleine Albright, ha calificado de "gesto positivo" el anuncio de Pek¨ªn de invitar a tres importantes l¨ªderes religiosos norteamericanos a visitar China.
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